El Frente Ciudadano es hoy con seguridad un dolor de cabeza en Tamaulipas.

No para el PRI, para MORENA, para el PANAL, para el Verde Ecologista o para Encuentro Social. Tampoco lo es para los futuros votantes.

La jaqueca tiene una víctima: Gustavo Cárdenas Gutiérrez.

Por primera vez, el ex alcalde de Victoria, ex legislador, ex dirigente del PAN estatal y ex funcionario federal además de otros “ex”, se enfrenta a una realidad frustrante: en el proceso electoral del 2018 no podrá, como es una fiel costumbre suya, meter las manos a la designación de candidatos en el Estado y por lo tanto a sumar las cuotas de poder que tan productivas le han sido.

Pese a ser el protagonista más conocido en Tamaulipas de Movimiento Ciudadano, Gustavo tiene un hándicap aparentemente insalvable en contra en el terreno mencionado: Las decisiones sobre esos aspirantes se darán, en el caso del sobado Frente, ciento por ciento en el entorno nacional.

Menester es precisar un aspecto: El ex edil capitalino no ha sido como otros dirigentes de partidos en Tamaulipas un depredador en las arcas electorales. Nunca ha sido su objetivo –es mi percepción– el manoteo de las prerrogativas partidistas. Sus baterías siempre han estado enfocadas en la definición de candidaturas. ¿Por qué?

Porque esta simpática –hay que reconocerlo– y dicharachera figura de la política tamaulipeca, ha hecho un arte de la famosa frase de “se puede ganar perdiendo”.

En sus más cercanas aventuras en las urnas, el matamorense avecindado en Victoria no ha ganado ni un reintegro, pero en cambio su prosperidad ha aumentado “a ojos vistas”, en contraposición con contendientes de otros partidos que dejaron una parte importante de sus respectivos patrimonios en la búsqueda de una posición electoral.

Ahora que las cúpulas de los partidos “frentistas” decidieron levantar la canasta hasta donde sólo sus próceres pueden alcanzarla, Gustavo debe sufrir ante un proceso electoral que será el más caro de la historia y que pudo haber sido el más productivo, si le hubieran dejado escribir nombres y apellidos.

Y va un consejo para los líderes del PAN, PRD y MC,

Aguas con Gustavo. Es capaz de birlarles las candidaturas en sus narices y dejarlos sonriendo…

EL CLON “MORENO” DE SALINAS

Pues si quiso parecer gracioso, la verdad es que a sus seguidores y al resto de los mexicanos nos debería sonar tétrico. O por lo menos, preocupante.

Con relación a un anuncio priísta sobre una demanda a Regeneración Nacional por un presunto acto anticipado de campaña montado en un aparente Congreso de MORENA, el líder de este partido, Andrés Manuel López Obrador, se expresó de esta manera:

“Hoy venía leyendo de que ya el Presidente del PRI, que ni sé cómo se llama; sí, el señor Ochoa, dice que va a presentar una demanda…”

El textual no termina allí, pero lo medular es lo expuesto en esas líneas.

Es en serio la inquietud. Si como aspirante a candidato el tabasqueño muestra un absoluto desprecio y hasta burla hacia sus adversarios políticos, no quiero imaginar cómo se comportará si fuera elegido Presidente.

En atención a esa frase, el “Peje” sería un clon populachero de su más odiado personaje, Carlos Salinas de Gortari, porque esa visión sobre sus contrincantes electorales es ni más ni menos que lo mismo señalado por el ex mandatario:

“Ni los veo ni los oigo…”

Ese es el problema del señor López Obrador. No resiste responder a cualquier manifestación que considere un ataque. Será inmadurez, serán tripas, será la china Dalia, pero queda claro que don Andrés no puede quitarse de encima la etiqueta de amenaza…

@LABERINTOS_HOY