En todo el mundo, de acuerdo con cada región y situación climática, hay enfermedades que proliferan en mayor porcentaje y afectan a la población causando inclusive epidemias. Los vectores que conocemos en la entidad como son los que propagan el Dengue, Zika y Chikungunya tienen su vida cíclica que se maneja de acuerdo con condiciones climáticas y de ambiente, es decir: deben encontrar el ambiente idóneo para desarrollarse y en muchos casos, afectar a grandes extensiones de población.

Aquí en Tamaulipas hemos tenido años difíciles y otros no tanto, por la proliferación de estos vectores, aunque ha habido temporadas en que, por la respuesta ciudadana, en combinación con las acciones oficiales han permitido que haya menos casos. La prevención es, sin duda alguna, le mejor arma contra cualquier enfermedad, y en este caso, las que no dependen de un contagio entre seres humanos, tiene mucho que ver lo que podamos hacer para evitarlas.
Y en los casos de referencia, dice el subsecretario de Prevención y Promoción de la salud, Alejandro García Barrientos que han recibido instrucciones precisas de la titular de la Secretaría de Salud, Gloria Molina, de hacer todo tipo de acciones posibles para evitar que los números de enfermos por estas causas no se disparen.

Es importante destacar, como ha señalado en anteriores ocasiones la secretaria Molina, que no ha habido casos significativos en la entidad, porque se ha “peinado” la región susceptible de mayor riesgo, así como también se ha obtenido una muy buena respuesta ciudadana: el binomio autoridades-ciudadanía ha funcionado excelentemente bien, y eso significa menos casos y menos afectaciones en los hogares, lo que se traduce también en menos gasto en insumos médicos. Todos salimos ganando en situaciones como la que mencionamos.

Recordemos que este tio de vectores -moscos- anidan en zonas húmedas, es decir, donde hay agua pantanosa o agua estancada, por lo que resulta prioritario no tener trebejos, botes o cualquier cosa donde se almacene agua y pueda ser campo de cultivo para las larvas. Esta es la primera acción que hay que considerar, así como evitar tener las casas abiertas hasta donde sea posible, y procurar dormir con protección de mosquiteros o algún recurso de los que sugieren los expertos de la SST.

Las brigadas visitan los hogares tamaulipecos y es importante, previa identificación, permitirles que hagan su labor, porque ha quien critica a la SST pero no permite que hagan su trabajo. La fumigación resulta fundamental, y es necesario participar activamente.

Hace unos días estuvo la secretaria Gloria Molina en importante reunión en la frontera, donde autoridades de San Fernando, Miguel Alemán, Matamoros, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y representantes de las instituciones que conforman el Sector Salud, y ahí les convocó a sumar esfuerzos, a pulir estrategias con objeto de mantener a raya a los moscos tan peligrosos como chiquitos.

Ya dentro de la estructura de la SST, el doctor García Barrientos ha comentado que se tiene a un ejército de promotores y de personal que fumiga y recorre la entidad incansablemente. Este esfuerzo es digno de reconocimiento, pero si no lo reforzamos nosotros de nada valdrá.

Otras personas desconfían de todos los que no conocen: muy natural y respetable. A ellos se sugiere comprar insecticidas -para ello, deben asesorarse en la SST- y fumigar por su propia mano.

Recordemos que los principales afectados o beneficiarios somos nosotros mismos, y la verdad, son padecimientos que resultan altamente molestos. Hay que evitarlos hasta donde sea posible, y entonces participar activamente en lo que puede ser una gran campaña estatal contra los vectores de referencia.

No olvidemos que la unión hace la fuerza, y la SST y nosotros unidos podemos dar una buena batalla a estos implacables y latosos mosquitos, en bien de nuestros familiares y nosotros mismos.

Comentarios: columna.entre.nos@gmail.com