Salomón Beltrán Caballero
Si pudieras ver lo que yo veo, podrías despertar del profundo sueño que te tiene dormida, aun siendo de día, y entonces te sorprenderías de las maravillas que Dios ha hecho para ti, para mantener la alegría de tu corazón y darle paz a tu espíritu, y al contemplar el milagro de la vida, te darías cuenta de lo que es en realidad estar vivo.
Si pudieras escuchar lo que yo escucho, te sentarías sobre el suelo cubierto por una mullida alfombra del verde de la esperanza que le da vida a la tierra, y descansarías tu cansada espalda sobre un grueso tronco que pareciera te estaba esperando, para abrazar tu necesidad de sentirte amado, y en aquel embeleso natural del que siempre has formado parte, cerrando sin prisa tus ojos, te dejarías llevar por la dulce sintonía del principio de tus días, siendo tal tu inspiración, que dejarías salir de tu interior, la música que vive en ti y tenías retenida, mientras el árbol como un hermano te abrazaría con su sombra.
Si pudieras sentir lo que yo siento, no dudarías el reconocer que eres más de lo que te imaginas, pues hasta ahora, sólo conoces una parte de ti, la que te ha permitido iniciar la construcción del ser que habita en ti y que alcanzará su madurez, una vez que encuentre a Aquel que es el camino, la verdad y la vida.
Si pudieras ver, escuchar y sentir, sabrías que tu ceguera, tu sordera y tu falta de sensibilidad espiritual, es la que no le ha permitido a tu espíritu trascender a la dimensión donde la verdadera fuente de amor y sabiduría te espera.
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com