Sin lugar a dudas este miércoles fue significativo para millones de mexicanos, cuando una enorme mayoría estábamos pendientes de la pantalla de televisión, siguiendo a 11 compatriotas jugar para ganar la clasificación a la siguiente ronda de la copa del mundo de Rusia 2018.
No podemos dejar de reconocer que hemos visto y vivido de todo: cuando nos hicieron el primer gol, se vivió un silencio sepulcral en el restaurante donde estábamos siguiendo el juego; antes, los gritos y esperanzas nos inundaban, nos llenaban de esperanza. La misma esperanza fue decayendo conforme pasaba el juego y nos repasaron hasta dejar un marcador con diferencia de tres goles.
Inmediatamente vimos muchos comentarios a favor y en contra en redes sociales: no faltaron los amargados que manifestaron que en la selección mexicana pasó “lo de siempre” y más, pero alguien también mexicano dijo que se había clasificado no por el favor de Corea ni por la casualidad, sino por el trabajo realizado dos juegos antes contra Alemania y Corea, lo cual tiene una gran razón.
Si hubiéramos dependido de los coreanos, estaríamos ya recibiendo a nuestros futbolistas.
Igual sucede en las charlas políticas donde hemos visto de todo tipo de descalificaciones. Este jueves, al entrar la veda electoral, iniciamos un tiempo de reflexión y sabremos qué campaña tuvo más efecto convincente entre los virtuales votantes, los que deberemos, oficialmente, dejar un voto dn favor de alguno de los contendientes en cada uno de los procesos que se llevan a cabo.
Lo que no nos gustó de este período que concluye es que hubo mucha guerra sucia y descalificaciones; entendemos que a los mexicanos nos hubiera gustado escuchar más propuestas, y que éstas fueran lógicas, para pensar en el bienestar que nos esperaría si tal o cual propuesta llegase.
Ahora viene el tiempo de cosechar: ya se barbechó la sociedad, ya se sembró y se regó con “aguas” buenas, regulares y nada buenas, y ahora veremos el fruto de todo ese trabajo electoral, y quienes serán los principales beneficiarios, porque sabemos que quien gana definitivamente es un pueblo que elige a sus gobernantes.
Hay muchas expectativas sobre si se puede seguir publicando en redes sociales; es importante recordar que en ese sentido hay muchas dudas, pero somos de la idea de que para qué jugarle al vivo: ya lo que se hizo se hizo, y no hay vuelta de hoya, así que deberíamos todos dejar por la paz la campaña y comentarios sobre uno u otro y dejar que la gente medite y haga efectivo su derecho a elegir.
Ya es tiempo de cada uno de nosotros, sin interferencias, sin viciar nuestra mente… nosotros mismos debemos tomar la decisión.
Hacíamos la comparación con el fútbol, porque independientemente del resultado siempre ha habido quien critica a Osorio, ayer, simplemente “Osorio”, y hoy, “el profe Osorio”, aunque muchos no cesan en sus descalificaciones.
Nadie puede asegurar que Guardado o Chicharito hagan el mejor partido de su vida o que entreguen un pésimo encuentro: todo es posible, y de igual manera sucede en la política, donde hemos visto de todo y ha sido una enorme cantidad de información que seguramente utilizaremos para tomar la decisión más importante como mexicanos en seis años, y que marcará nuestro futuro hasta 2024. Así de importante es lo anterior.
No olvide que el domingo hay que acudir a la casilla atendiendo las observaciones de ley, sin llevar propaganda partidista, ni ir en estado inconveniente ni armado, y llegar, ejercer nuestro derecho… y a casa, para evitar cualquier tipo de conflictos.
Los representantes de partidos políticos serán los vigilantes de un proceso determinante para todos, así como los funcionarios de casilla.
Y si usted encuentra algo irregular, busque a un notario que está obligado a atenderle, documente e interponga la denuncia correspondiente. Si lo publica en su red social no vale, no es legal. Si vamos a ser vigilantes, hagámoslo bien, por favor.
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