Pareciera una frase ilógica, pero hemos tenido, en los últimos años, inviernos de toda índole y temperatura, dejando atrás las imágenes de que un invierno significaba frío, nieve y muchas otras cosas más.
Hoy, el invierno ha cambiado y ha llegado a nosotros en partes pequeñas pero significativas. Ya hemos padecido de algunos frentes fríos que nos han dejado temblando y con alguna recaída en enfermedades bronquiales y respiratorias, de lo que habrá dado cuenta sistemáticamente la Secretaría de Salud, en voz de su titular Gloria Molina Gamboa.
Resulta muy motivante ver que grupos de muchachos universitarios y la comunidad de la UAT en general han llevado a cabo campañas de recolección de ropa de invierno, con la idea de que a la gente que no tiene no le falte lo básico, y hacen extensiva la invitación para los que gustan de participar ayudando.
Del mismo modo, el DIF Tamaulipas tiene campañas y cruzadas en favor de ese núcleo de población que está ahí, esperando algo para poder seguir caminando.
Es tiempo de ayudar a los demás, de dejar un poco de lo mucho que la vida nos ha dado que, aunque a veces se ve muy poco, sí es demasiado por lo que tenemos que dar gracias; ayudar y desprendernos un poquitín de algo nos permitirá ser más solidarios con aquellas personas que realmente no tienen oportunidad de desarrollo justo.
Las corrientes de aire helado hacen estragos en la salud y tenemos que tomar cartas en el asunto para evitar sorpresas desagradables. Puede comenzar por una pequeña tos y llegar a convertirse en neumonía, pasando por bronquitis y muchos padecimientos que están estrechamente relacionados.
Es nuestra función el cuidar el organismo y el de nuestros seres queridos, principalmente los que señalan las autoridades como población de alto riesgo, y que son menores de 5 años y personas en la senectud.
Otras medidas más debemos recordar, en cuanto a los alimentos y la forma de vestir, porque se nos olvida y luego salimos a la calle recién bañados y con ropa ligera, lo que puede provocar un resfrío y sus consecuencias si se trata mal.
Hay muchos medicamentos para combatir el resfrío, por lo que recomendamos acudir con el médico porque ellos sí saben cual es exactamente el que requerimos, y no ponemos en riesgo la salud al estar tratando de adivinar.
Y los peques, esa alegría tan especial de los hogares, habrá que extremar medidas de precaución y prevención: muy bien tapados, aunque parezcan robots, pero mejor así que enfermos.
Recordemos que estos padecimientos suelen dejar secuelas si no se tratan a tiempo y en forma completa: es muy común comprar o hacernos de un tratamiento y dejarlo inmediatamente después de habernos sentido mejor. Cuidado, porque de eso se quejan muchos doctores: somos testarudos y no concluimos el mismo tratamiento por sentirnos bien, y se nos olvida que los doctores saben el período de incubación de los virus y más datos, por lo que resulta importante terminar el tratamiento hasta su última consecuencia.
Y en los días más fríos, hay muchos remedios no tan peligrosos como los anafres que son causantes de incendios, ahogamiento por intoxicación y otras cosas. Procuremos manejarlos fuera de áreas sin ventilación, y procurar que no estemos totalmente encerrados.
Podemos, por ejemplo, forrar los pies con papel periódico para mantenerlos a una temperatura aceptable que no nos perjudique tanto y nos ayude a mantener la salud.
Importante, muy importante seguir estos consejos, y esperar que no haya enfermedades en casa. En caso contrario, tratarlas adecuadamente.
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