Ayer hablamos de un Frente Ciudadano tambaleante ante el impacto de los reclamos internos en el PAN y en el PRD, mientras que en el PMC de Dante Delgado no se mueve una hoja, practican aquello de que calladitos se ven más bonitos. Hoy vamos a referirnos a las <fortalezas> que la dirigencia albiazul ha esgrimido como principal recurso de los tres partidos que participan en este proyecto.
Antes de los comicios de 2017, Ricardo Anaya era insistente en señalar “gobernamos en la mitad del país”, luego de los resultados electorales del Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz, la frase cambio a “gobernamos en <casi> la mitad del país”.
Aún con el decrecimiento que el PAN y el PRD tuvieron en las votaciones de esas cuatro entidades en este año, ambos partidos suman en conjunto un número de gobiernos estatales y municipales que el PRI nunca hubiera imaginado perder.
La bandera de Acción Nacional hondea en 8 estados de la República; el PRD es gobierno en 4 entidades (3 estados y la Cd. de México) y en alianza ambos tienen el poder en otros 4 estados. Son un total de 16.
Mientras que el PRI gobierna en 15 estados y el PVEM uno, Chiapas. Pero en número de habitantes los 3 “frentistas” gobiernan 807 municipios que en conjunto tienen 50 millones 825 mil 819 habitantes. Y el país de acuerdo al censo de 2016 tenía 127.5 millones de habitantes, de los cuales 76 millones 675 no son gobernados por el PAN, ni por el PRD, tampoco por el PMC.
El dato adicional es que el país cuenta con 2,446 municipios y 16 delegaciones en la Cd. de México.
La realidad es que el número de habitantes gobernados por un partido no quiere decir que la totalidad de ellos tengan voluntad política-electoral para el partido que los gobierna. Tiene ventaja ser gobierno municipal o estatal porque disponen de políticas públicas y presupuesto para ganar adeptos a su causa.
Ser gobierno tiene su fortaleza, pero también es un blanco perfecto para la reprobación y el reclamo que se manifiesta en las urnas. Hay un ejemplo muy claro en Guanajuato donde el PAN gobierna desde 1991 cuando fue asignado por el Gran Dedo presidencial de Carlos Salinas a Carlos Medina Plascencia.
Resulta que en esa entidad donde Vicente Fox, primero fue gobernador y luego Presidente, obtuvo más votos en la Estatal que en la Federal, en la primera no lo conocían y en la segunda ya tenían pleno conocimiento de él y hubo quien le retiró su apoyo, desde luego eso no fue motivo para detener su marcha a Los Pinos, pero nos ilustra que gobernar desgasta, no se puede complacer a todos.
PRI Y SU FORTALEZA NUMÉRICA.– Regresando a la numeraria electoral en el 2015 contra lo que se esperaba al PRI le fue bastante bien, el PAN obtuvo el 21 % de los votos, el PRD alcanzó un 10.87 de los sufragios, PMC 6.09 (dos millones 431 mil 923 sufragios, cantidad que de repetirse en 2018 son muy buenos), los tres en conjunto obtuvieron 37.97 %. Pero el Tricolor alcanzó en esa misma elección 43.15 % con un total de 17 millones 209 mil 123 sufragios, MORENA en su debut y con el PT de aliado se llevaron un 11.23 % (poco más de la mitad de lo alcanzado por Acción Nacional, recuerde 21 %).
Dos años después en 2017, a grandes rasgos y para no cansarlo con más números, el PRI superó en más de un millón de votos al PAN y MORENA obtuvo aproximadamente medio millón de votos más que Acción Nacional. En estos comicios se eligieron tres gobernadores y los municipios del estado de Veracruz. Los albiazules ganaron una gubernatura la más pequeña, la de Nayarit y obtuvo su peor derrota en el Estado de México, donde MORENA demostró su competitividad aunque el que ganó fue el PRI con Alfredo del Mazo.
Los fríos números hasta 2017 le dan mayoría al PRI, a MORENA lo presenta como un partido muy competitivo, en pleno crecimiento, del que se puede esperar mucho más.
Por lo que se refiere a Tamaulipas en 2018 la pelea será entre dos partidos, PAN y PRI, el primero de ellos gobernando el estado y en 24 municipios; el PRI con 16 de los 43 municipios. El Frente en Tamaulipas va en hombros de Acción Nacional, porque el PRD prácticamente no aparece en el mapa, presenta incluso los números más bajos de su historia.
Por su parte el PMC, otro integrante del Frente llega con un buen puntaje, logró ser tercera fuerza política en el 2016 con 84 mil 736 votos para su candidato a gobernador Gustavo Cárdenas y misma ocasión en que MORENA logró 32 mil 183 sufragios para el abanderado estatal, y Andrés Manuel López Obrador hace seis años bajo las siglas del PRD logró impulsar a ese partido con poco más de 100 mil votos.
Hay infinidad de factores flotando en el aire que son los que determinarán el futuro de cada fuerza política, uno de ellos es la casi segura candidatura de José Antonio Meade que daría indudablemente un nuevo rumbo a la trayectoria que trae el PRI; otro es Margarita Zavala, si logra la candidatura o no; el Frente mismo puede obtener un impulso inesperado si Ricardo Anaya deja que la elección del candidato sea transparente y sin imposiciones personales, porque puede haber acuerdos institucionales donde los líderes morales de este conjunto de fuerzas pacten y efectivamente caminen juntos rumbo al 2018.
El Frente en si es un buen proyecto, siempre que las ambiciones personales se replieguen y dejen correr los acuerdos corporativos.