Tal vez el fin de año que ya hace sentir su presencia de ambiente festivo y reunión familiar o de vacacionar afectó el destape de José Antonio Meade como seguro candidato del PRI a la presidencia de México. El destape no levantó ni el ánimo de los expertos en materia política como preludio de que el evento electoral de 2018 será un desaire social al sistema político que gobierna a México.
No se trata de pregonar desastres, simplemente el siglo XXI ha traído a México más calamidades financieras y económicas ya conocidas por sufrirlas de manera cíclica. Zedillo dejó al peso con valor de 9 mil por dólar. En 2006 bajó a once mil; en 2012 bajó a 13 mil y en la actualidad cayó a 19 mil. El salario mínimo en el año 2000 era de 40 pesos; de $51 en 2006, de $68 en 2012 y de $80 actualmente. Las cifras muestran el escaso crecimiento del salario respecto del alto costo del peso respecto del dólar, situación financiera que encarece todas las compras del país al extranjero y los pagos por concepto de deuda externa nacional. En 1970 el peso valía 12.50 por dólar. En 50 años la inestabilidad financiera y de la economía del país va en caída casi libre, sólo en ocasiones el gobierno federal le mete freno a la devaluación del peso través del Banco de México.
El año anterior a Calderón el índice de homicidios en México era 9,5 por 100.000 habitantes. La cifra se duplicó. Se calcula que la guerra al crimen organizado ha provocado 150 mil muertos y 30 mil desaparecidos. La lucha de los narcos entre sí y con el Estado se extendió. El narco es un fenómeno social, cultural, económico, de salud; la inseguridad es una de sus expresiones. En las zonas deprimidas de México el crimen organizado es la única presencia constante, principio y fin de la realidad. Allí donde no llega el Estado, o lo hace para corromperse o luchar contra el crimen, lo ilícito es la única fuente de trabajo. Para miles de mexicanos el tráfico de drogas es supervivir. Los eslabones débiles no se plantean si lo que hacen está bien o mal. Trabajan en lo que pueden para subsistir. El tráfico de cocaína sigue, la trata de personas, el tráfico de recursos naturales, la extorsión, etc. La DEA dice que la heroína mexicana es la más consumida por los estadounidenses. En Guerrero, el mayor estado productor del país, 50 bandas criminales luchan por el control del territorio.
Lo sucedido en México debe darnos visión y ensayar soluciones. Despenalizar la posesión para consumo personal es un buen paso al aliviar un sistema de justicia colapsado, los policías podrían centrar sus esfuerzos en apresar a traficantes que atemorizan a los ciudadanos con el uso de la fuerza, no a los consumidores.
Colombia impulsó un plan de sustitución de cultivos y decretó la marihuana para fin medicinal. En Costa Rica, país sin Ejército, se implementó un programa de reducción de daños; en Jamaica se aprobó leyes para uso tradicional y medicinal del cannabis. En 2009 la Corte Suprema de Argentina declaró inconstitucional el castigo a la tenencia de drogas. Uruguay reguló la producción, distribución y uso de la marihuana. Hace 15 años Portugal despenalizó la tenencia de drogas para uso personal y creó un sistema de reducción de daños y reinserción social. El consumo de cannabis es estable, el número de adictos a la heroína bajó 70% y las muertes por sobredosis se han reducido. Holanda creó una fuente de trabajo legal alrededor del cannabis. En los últimos años, cárceles holandesas han cerrado por la falta de delincuentes.
El consumo de drogas es un problema de salud, no penal. Para que las cosas cambien el gobierno debe devolver las acciones antinarcóticos a la autoridad civil. La sociedad se adaptó a un estatus de violencia permanente. La despenalización del consumo aunque no arreglará el problema, hará que los mexicanos distingan la droga de la guerra contra el Narco.
Meade y los demás candidatos evitan tocar este tema medular para la vida del país. Es importante como la inversión extranjera, generar empleo; tener atención a la salud oportuna y resolutiva; vivienda, educación que enseñe a razonar; es mucha la tarea pendiente por el Estado Mexicano que ha tenido al PRI y al PAN en la presidencia del país y al PRD gobernando estados y nadie implementa los cambios que el país requiere y los mexicanos deseamos, por ello es que no hay alegría ni simpatía hacia quienes representan al Estado Mexicano.