Uno de nuestros pilares de nuestro modelo democrático es el federalismo hacendario. Un modelo donde se busca tener un manejo eficiente del ingreso, gasto y la deuda pública, respondiendo a los principios de igualdad, responsabilidad y transparencia que deben guiar al país. En los últimos años se ha hablado mucho de modificar el pacto fiscal para que los estados y municipios cuenten con mayores recursos para encarar los problemas en sus entidades. Actualmente la Federación reparte el 20% de los recursos totales a los estados y el 80% se lo queda la federación para ejecutar las acciones de gobierno.
Considero equivocada la forma en como los gobiernos que formaban parte de la alianza federalista exigieron que se les diera más aportaciones federales debido a que son los estados que más recaudan impuestos; no me malentiendan, si considero que se necesita generar un diálogo entre federación y entidades para mejorar el sistema de coordinación fiscal en vigor y renovarlo acorde a las realidades del siglo XXI. La estrategia de todos estos gobernadores que exigían a rajatabla más dinero para sus estados estuvo mal encarada.
Es lógico pensar que, si 10 gobernadores piden más presupuesto para sus estados, si hubiesen sido complacidos, el gobierno federal tendría que quitarle presupuesto a otros estados que también tienen muchos problemas y eso hubiese generado mucha tensión en el país. La respuesta lógica del gobierno federal es la que tomó, que fue rechazar estas exigencias.
Por otro lado, si la postura de estos 10 gobernadores hubiese sido transitar hacia una mayor distribución de los recursos a todos los estados y municipios, podrían haber tenido más fuerza y encontrar más estados aliados en el país. Es decir, cambiar la formula de distribución de 80% federación y 20% estados y municipios a una formula que reparta 70% federación y 30% estados y municipios de manera gradual obviamente. Por ejemplo, si Tamaulipas tiene aproximadamente 60mil millones de pesos de presupuesto actualmente con este cambio pasaría a tener 90mil millones de pesos de presupuesto para poder resolver los problemas en el estado. Los estados y municipios tienen una relación más cercana con las necesidades de la sociedad y contar con más recursos les permitirá atenderlas de forma más inmediata y con más precisión.
Yo agregaría que para que esto se dé, es necesario exigir mejores mecanismos para fiscalizar los recursos subnacionales ya que desde 2003, se han acumulado 284mil millones de pesos de gasto federalizado que aún están pendientes por aclarar o recuperar. Esto es 71% de todo el dinero público pendiente por aclarar o recuperar.