López ha tenido éxitos, cuestionar la prioridad pública fijada por la élite mexicana y una reforma laboral. Su discurso le hizo ganar al hablar de desigualdad, pobreza, de promover la competencia y exigió desarrollar programas sociales que atendieran el empleo juvenil y bajos salarios. Su promesa de primero los pobres y acabar con privilegio de la élite que favorecida de un capitalismo de cuates, es una victoria.
El discurso político histórico era asegurar que México era un país de clases medias y que estábamos mejor que antes, pero en 2006-18 cayó el poder adquisitivo del trabajador. En 2008, el 33% de los trabajadores no ganaba para satisfacer la canasta alimentaria, cuando López ganó, la cifra era 39%. Actualmente, con empleo formal, muchos no pueden ni mantenerse a sí mismos con lo que ganan. 90% de la población en México ha visto disminuir sus ingresos en los últimos cuatro años.
Hoy, se habla de aumentar el gasto para universidades públicas, en vez de pedir subsidios a la investigación privada. Las grandes empresas se reúnen con la secretaria del Trabajo para hablar sobre cómo aumentar el salario mínimo de forma ordenada, en vez de hacerlo para amenazar sobre efectos supuestos catastróficos de cualquier aumento. Los medios crearon espacios para comentaristas diversos y con un retraso atroz, se permite que personas trabajadoras del hogar expongan sus agravios en el congreso federal, que votó para otorgarles derechos laborales.
El triunfo más importante, su reforma laboral. De ser implementada, transformará la representación sindical y detonará la reducción de la desigualdad en el país. Es crucial porque existe evidencia de que gran parte de la razón por la cual el ingreso de los trabajadores se estanca en el mundo es por falta de sindicatos fuertes. La falta de representación sindical se correlaciona ampliamente con la desigualdad porque los sindicatos ayudan a negociar una distribución más justa de la utilidad entre empleadores y trabajadores. Históricamente, México ha fomentado sindicatos que responden a intereses políticos.
El partido que gobernó México por 70 años, el PRI, fue notorio por desarrollar una relación corporativista que daba privilegios a líderes sindicales que los favorecían con votos y que podían, ante todo, mantener estabilidad. Esto dejó al trabajador mexicano sin una representación sindical real y por tanto con poca capacidad de negociación.
El objetivo de la reforma es quitar el control de los contratos colectivos de trabajo a líderes sindicales y cumplir con los derechos laborales acordados en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) Busca limitar el margen de acción de los líderes al retirarles la capacidad de firmar contratos colectivos de trabajo de manera unilateral. Actualmente los representantes sindicales firman en nombre de los trabajadores contratos con los patrones, sin consultar a los trabajadores que representan.
La nueva legislación exigiría a los sindicatos comprobar que tienen el respaldo de al menos 30% de los trabajadores para firmar un contrato. Se buscará que los trabajadores validen sus actuales contratos de trabajo a través de votación secreta. Busca mejorar el ingreso del trabajador el cual se estancó en los últimos años, por lo que ha perdido poder adquisitivo. El salario promedio en México es de 354 pesos diarios (IMSS)
Éxitos
López ha tenido éxitos, cuestionar la prioridad pública fijada por la élite mexicana y una reforma laboral