A menudo escucho decir a cierta gente “el pobre, es pobre porque quiere”, pero yo me pregunto, ¿Cada persona es capaz de llegar hasta donde quiera llegar?, ¿Hasta que punto existe la meritocracia en nuestra sociedad?. En esta columna de opinión me dedicaré a arrojar algunos datos sobre la meritocracia y a relacionarlo con la desigualdad.
Para medir hasta qué punto existe la meritocracia dentro de una sociedad, podemos fijarnos en la movilidad social. Ésta nos permite ver el movimiento social de personas entre los diferentes grupos de ingresos económicos. ¿Qué porcentaje de las personas que nacen ricas mueren ricas?, ¿Cuántos mueren pobres?, ¿Cuántas personas que nacen pobres mueren pobres?, ¿Cuántas consiguen enriquecerse?
Hay dos formas de analizar la movilidad. 1) intergeneracional: es la movilidad entre generaciones. 2) intrageneracional: es la movilidad durante la vida de los individuos. Los países con mayor desigualdad en un momento dado tienden a presentar menores ídices de movilidad intergeneracional.
Entre los países más desarrollados, los que presentan niveles bajos de desigualdad de ingresos (como los países escandinavos), tienden a presentar niveles de movilidad relativamente altos. Los países con una desigualdad de ingresos moderada (Francia o Alemania), presentan niveles moderados de movilidad. Y los países con una desigualdad de ingresos elevada (Estados Unidos, México), presentan una elasticidad relativamente más elevada.
Esta relación se denomina “Curva del Gran Gatsby” y revela que los países con una desigualdad de ingresos elevada tienen menores índices de movilidad intergeneracional. Varios economistas, como por ejemplo Raj Chetty, también han indicado que la probabilidad de que un niño nacido en Estados Unidos en el 20% más pobre llegue al 20% más rico es de sólo el 10%, mientras que la probabilidad de que un niño nacido en el 20% más rico se mantenga ahí es 3 veces más alta. Ademá, la movilidad absoluta (calculada como el % de hijos que ganan más que sus padres) se redujo del 90% al 50% entre 1940-1985. En México la movilidad absoluta es alrededor del 10%.
Como muestran los datos, sí existe cierto grado de meritocracia, ya que, en caso contrario, la movilidad social sería nula. No obstante, también vemos como en los países con mayores índices de desigualdad hay una movilidad social menor, y como en los países con menos desigualdad existe mayor movilidad social.
Pero, y tú; ¿Qué opinas al respecto?