Estereotipo, percepción exagerada, de poco detalle, simplificada, de un grupo o una persona que comparte ciertas características. El estereotipo lleva a la categorización social, se prima comportamiento grupal por sobre el individual. La uniformidad leva a pérdida de realidad y personalidad. El estereotipo es un corsé que obliga al anonimato. Se deja de ser sujeto activo y se convierte en un complemento supeditado a la categoría.
Educación, cultura, modelo social e historia están en el origen de estereotipos. Su influencia es decisiva. Con el paso del tiempo, algunos desaparecen, otros nacen. Hay estereotipos vinculados a raza, religión, política, género, sexo, edad. En la cultura occidental, a la vejez se le asocia estereotipo social, lo que no se da en la cultura africana o asiática, donde la persona mayor goza de respeto y reconocimiento por la comunidad.
Principales prejuicios que se relacionan con la vejez: enfermo, dependiente, generador de gasto público, analfabeto digital, triste, decadente. Vivimos una contradicción. Hay satisfacción por aumento de la esperanza de vida, un éxito que la persona viva más, y se activan programas de prevención para retardar la discapacidad en el último tramo de vida, pero cuando la vejez se personaliza tendemos a disfrazarla, ocultarla, queremos llegar, siendo jóvenes.
Edadismo es como se conoce a la discriminación de las personas con relación a su edad cronológica. Hay otra edad, la biológica, la determina nuestro estado de salud, las dos no siempre coinciden: “Joven es quien está sano, aunque tenga 80 años; y viejo y doliente, aunque tenga 20”.
Se confunde envejecimiento normal con senilidad, envejecimiento patológico que excede a la involución propia de la edad y lleva a deterioro intelectual y demencia. La pérdida de memoria se atribuye a la edad, pero no es para hablar de deterioro cognitivo. El deterioro cognitivo y la demencia afecta 5 a 10%, más de 90% conserva lucidez mental. Los cambios psicológicos del envejecimiento se manifiestan en déficit de memoria, alteración para conceptualizar, pérdida de flexibilidad, enlentecimiento de la actividad, etc. Indiscutible es que con el tiempo hay involución progresiva de vitalidad, afectando al cerebro. A los 90 años hay destrucción del 30% de las células nerviosas.
Envejecimiento óptimo: persona con alto nivel de funcionamiento y bajo riesgo de sufrir patología. Implica baja probabilidad de enfermedad y discapacidad, alta capacidad cognitivo y funcional e implicación activa con la vida diaria.
Se define la demencia como pérdida de capacidad intelectual que interfiere en el funcionamiento social y laboral del individuo. Para diagnosticarla se requiere compromiso global de la personalidad, que se traduce en pérdida de hábitos y control de impulsos instintivos con quiebra importante de autocrítica y pérdida de la conciencia de enfermedad.
Para explicar la variabilidad y heterogeneidad del envejecimiento, se toma en cuenta, historia vital, personal, cultural, educacional, laboral, económica, social. Índices de predicción de envejecimiento exitoso: no tener enfermedades crónicas, tener actividad, disfrutar de buen estado anímico, no tener deterioro cognitivo, participar en actividades física, social e intelectual, en talleres con programas de intervención cognitiva, eficaces para mantener y estimular el funcionamiento intelectual, memoria, atención, concentración, etc.