Oscar Villarreal es miembro de la comunidad universitaria d la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, lugar donde nos conocimos y hemos tenido la oportunidad de vida de convivir e intercambiar puntos de vista diversos, aunque a veces no estemos de acuerdo.

Es un tamaulipeco orgulloso de su tierra y de lo que podemos afirmar, que, aunque dicen que es su “patria chica”, es su enorme rincón patrio: Llera de Canales.

Forma parte de la administración municipal, aunque no tenemos el dato del cargo que ostenta, pero sabemos de muy buenas fuentes que ha desarrollado una función honesta, diligente, entusiasta y con u profundo amor a su terruño, lo que le ha valido que muchos más de los que él piensa volteemos a ver a es rincón de la naturaleza tan magnífico y que la geografía ubica como Llera de Canales, punto de la sierra huasteca en donde confluyen diversos encantos naturales y de la gente que tiene una actitud digna de resaltar.

Y como Oscar, hay muchos más en Llera.

Llera de Canales es gobernado hoy en día por su alcalde Héctor Manuel De la Torre Valenzuela, quien formó un equipo en el que se han congregado personas con una gran vocación de servicio, de esa que nos hace mucha falta, y que, seguramente ha dejado innumerables gestiones y obras con el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, en beneficio de la gente que mayoritariamente los eligió.

Seguramente los números que presentarán son positivos, y ya se notará ahora en las fechas de informes y demás, porque el resultado de lo que hagan será la mejor propaganda política para sus partidos y sus grupos políticos.

Llera llevó a cabo una serie de acciones para conformar una infraestructura, de acuerdo con sus posibilidades, apta para recibir paseantes en Semana Santa, sabedores que es un tiempo en que los que buscan distraerse dejan dinero: el turismo es dinero por donde se le vea, y en la medida que se le atienda habrá mucha mayor cantidad de recursos para mucha mayor cantidad de personas, es decir, se multiplica en forma muy interesante.

Claro, Llera tiene esos encantos naturales que la madre naturaleza le prodiga y cuida con la ayuda de sus hijos, y nos permite ubicar estos sitios como rincones para sosiego, descanso, esparcimiento y diversión para muchos de los nuestros.

Y siempre que encontramos a Oscar consideramos un privilegio estrechar su mano e intercambiar la charla, porque es un joven político preparado, informado, entusiasta, y con una energía que debería tener todo el que se dedique a este tipo de actividades.

Además, es un hombre honrado, valor ético que difícilmente se encuentra en nuestros días, y eso le hace ser más especial.

Pero lo importante no es tener cualidades sino saber aprovecharlas, explotarlas, ponerlas al servicio de los demás.

Y Llera sabe que hay entre su gente quienes quieren irse para arriba, tan alto como el cerro de la Mira o un sitio mucho más significativo y elevado.

Lo importante es que, en conjunto, autoridades municipales y estatales, sin distingo de colores o grupos políticos entiendan que el beneficio será para los habitantes, que no piensen en beneficios personales -que son lícitos, pero llegan solos- y se pongan a trabajar como lo hace la gente de Llera, y que nos permite tener esperanza en una nueva clase política, apoyada por la mayoría, y aunque criticada por otros -el riesgo de la democracia- sigue trabajando en aras de que tengamos una mejor entidad.

Necesitamos gente así en los 43 municipios: que ven pos su misma gente, y que se conduzcan con el profesionalismo, la ética y la honestidad que reclama el México de hoy para todos sus gobernantes, en todos los niveles de gobierno.

Enhorabuena para Llera, y felicidades para Oscar, para Héctor Manuel y todo su equipo de gobierno, pues.

 

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