Durante la ceremonia oficial de entrega de libros de texto gratuito a las escuelas, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca anunció la última visita de Enrique Peña Nieto a Tamaulipas en calidad de Presidente de la República.
Se espera que mañana en la violenta ciudad de Reynosa el todavía mandatario de la nación inaugure el libramiento de tráfico pesado que se ubica al sur de la ciudad, una de las obras prometidas durante el sexenio.
Peña Nieto arribará al Estado en medio de un problema serio de inseguridad que su gobierno no pudo resolver y lo hace justo al municipio considerado, según la percepción ciudadana, como el más peligroso de todo el país. Lo más probable es que en medio de su discurso se disculpe con los tamaulipecos al no poderles cumplir en este renglón, sería lo más sensato y pida al Estado su entera disposición para seguirle haciendo frente a los delitos de alto impacto como lo hacen hasta ahora los elementos de la Policía Estatal, aunque la intención es dejar de hacerlo.
Este lunes policías estatales fueron agredidos por presuntos delincuentes en Reynosa luego de realizar labores de seguridad, eventos a los que el Estado ya no está dispuesto a hacerse cargo a partir de las nuevas reglas del gobierno federal. Recordemos que la idea, según confirmó el propio gobernador a alcaldes electos, es el regreso de la Policía Municipal a los principales ayuntamientos y que éstos en conjunto con las fuerzas estatales se dediquen a los delitos del fuero común, mientras los federales bajo el mando del nuevo mandatario nacional hagan lo propio con los delitos del fuero federal.
Durante la visita, Cabeza de Vaca aprovechará para destrabar recursos acordados previamente con el secretario de Hacienda según ventiló durante la breve declaración que permitió a los medios de comunicación que cubrieron el evento oficial; y es que, aunque los cuestionamientos preparados por los reporteros iban en el sentido de las investigaciones que mantiene abiertas la Procuraduría, el tema aceptado fue el de la visita presidencial.
Volviendo con ello, otro de los compromisos contraídos por Peña Nieto con los tamaulipecos aparte de la seguridad y obras para agilizar la vialidad fue aquel que tiene que ver con el abastecimiento de agua potable en la capital de Tamaulipas. Peña Nieto se comprometió a echar a andar el acuaférico en Victoria, que solucionaría o mejoraría el tema de la distribución del vital líquido a la población victorense, lo que ha sido el coco de la actual administración estatal y municipal.
Se sabe que la obra ya está concluida sólo faltan las firmas y la foto pero todo parece indicar que ese será otra de las obras pendientes que dejará el actual gobierno federal.
Lo cierto es que independientemente sí sale en la foto o no o sí compete al organismo operador del agua resolver el problema, el Estado está obligado a intervenir en éste que se ha convertido en un grave problema que nadie ha querido solucionar.
CEAT y CNA se echan culpas, COMAPA adjudica el problema a los dioses y hasta la fecha no ha habido poder humano que pueda cumplir con la exigencia de los capitalinos, ¿por cuánto tiempo? Hasta que la gente se harte y se los manifieste con votos en las próximas elecciones.
Que Dios lo bendiga, gracias
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