La mejora de la salud y la calidad de vida generan incremento de la esperanza de vida y por tanto crecimiento demográfico de la población de mayor edad, avance que permite aumente el número de personas que padecen demencia y otras enfermedades crónicas degenerativas. En este sentido, algunas de las pautas que se recomiendan a los mayores para evitarlo son: Animar a la práctica de aficiones que ayudan a tener activo el cerebro, como la pintura o informática. Se aconseja se involucren con nuevas tecnologías, crear cuentas de correo electrónico y perfiles en redes sociales. Participar en actividades que se ofrecen en los centros de día para mayores potencian los aspectos cognitivos y psicológicos. Fomentar el ejercicio físico para que el cerebro reciba oxígeno, lo cual hace que se active. Es suma, practicar buenos hábitos saludables, alimentación y cuidado del cuerpo.
Fomentar la lectura diaria de prensa diaria y de libros. Salidas culturales, excursiones, actividades lúdicas o viajes. Realizar crucigramas, sopas de letras u otro pasatiempo. Algo fundamental es reducir las horas de televisión y optar por programas que fomenten ejercicio de la memoria y entrenamiento de las capacidades cognitivas (lenguaje, atención, velocidad de procesamiento)
Se trata de adoptar medidas para fomentar un estilo de vida activo y positivo y lograr envejecer con éxito. Participar en actividades que promuevan la actividad física y mental, tener relaciones sociales para lograr calidad de vida y bienestar psicológico son la clave.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) envejecimiento activo es el proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez, extendiéndose a lo social y comunitario sin olvidar la parte psíquica, afectivo, interpersonal y social.
Mantener la mente activa, tener interés por el entorno, ampliar conocimientos y habilidades, son fundamentales para un envejecimiento activo. Es necesario hábitos de vida saludables, y cuanto antes, mejor. Entre los básicos se encuentran alimentación y ejercicio físico. Alimentación sana es aquella en equilibrio entre lo que se ingiere y la cantidad de energía que se consume. Debe realizarse 5 tomas al día y adaptarse a la época del año y a necesidades personales. Desayuno y comida son las principales, la cena debe ser liviana.
El ejercicio es recomendable a diario, acorde al estado de salud y a la edad. Ayuda a paliar cambios que el avance de la edad produce, retrasa la dependencia e incrementa la autonomía.
En cuanto a ejercicio físico, se encamina a conseguir coordinación física, aumentar la flexibilidad, la fuerza y la resistencia cardiovascular. Para ejercitar la memoria, socializar es importante pues incrementa orientación a la realidad, la estimulación cognitiva, el entrenamiento cognitivo y de las Actividades Básicas de la Vida Diaria, como reminiscencia, musicoterapia, terapia con animales, son fundamentales.
El desarrollo de terapias y actividades incide en la mejora de la autoestima de los mayores, por tanto en la disminución significativa de aparición de alteraciones conductuales como depresión, apatía, ansiedad, angustia, temor, por lo que se fomenta y mejora las relaciones interpersonales, fundamentales para evitar el envejecimiento no saludable.