Una estrategia fundamental en la salud pública mundial y en México, es lograr que el envejecimiento de la población sea lo más sano posible. Independientemente de la carga económica que las familias y/o instituciones soportan por las enfermedades derivadas del envejecimiento patológico, la calidad de vida que dan la claridad cognitiva y la independencia física a la persona, es muy valiosa.
Esta situación permite que quien envejece lo haga con dignidad, sin ser una carga para terceras personas. Bastante gravoso es mental y espiritualmente haber sido proveedor casi toda la vida, para concluirla siendo una carga y serio quebranto en la dinámica familiar.
Una base importante es el ingreso. La mitad de los mexicanos mayores de 60 años carece de seguridad social, por lo que no tienen pensión ni atención médica, lo que obliga a la persona a continuar laborando de acuerdo a sus capacidades o a recargarse cada año más en la familia, en lo social, en lo económico, en lo cultural, perdiendo independencia y la posibilidad de mantener las facultades vigentes.
La mejora de la salud y la calidad de vida propician incremento de la esperanza de vida, en consecuencia, crecimiento demográfico de la población de mayor edad. Este avance aumenta el número de personas que padecen demencia en el mundo.
En España, la prevalencia de enfermedad neurodegenerativa que causan demencia es el 2% de la población, un millón personas afectadas. Es el tercer país con mayor prevalencia de la demencia, situación que afecta al 6% de ciudadanos de más de 60 años, por lo que es fundamental promover el envejecimiento activo entre las personas de mayor edad y ayudar a prevenir o detectar de forma precoz la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
Animar a la práctica de aficiones que ayudan a tener activo el cerebro, la pintura o la informática. Se aconseja que los mayores se involucren con nuevas tecnologías, con la creación de cuentas de correo electrónico o perfiles en redes sociales.
Participar en actividades que se ofrecen en los centros de día para mayores pues potencian aspectos cognitivos y psicológicos en las personas de edad. Fomentar el ejercicio físico. Cuando se practica deporte el cerebro recibe oxígeno, lo cual hace que se active y movilice. Buenos hábitos saludables, alimentación correcta y cuidar el cuerpo. Fomentar la lectura de prensa diaria y de libros. Salidas culturales, excursiones, actividades lúdicas o viajes. Realizar crucigramas, sopas de letras o cualquier otro pasatiempo. Reducir las horas de la televisión, y en su caso optar por programas que fomenten el ejercicio de la memoria y el entrenamiento cognitivo, (lenguaje, atención, velocidad de procesamiento)
Se trata de medidas para fomentar un estilo de vida activo y positivo para lograr un envejecimiento con éxito. Participar en diferentes actividades que promuevan la actividad física y mental, tener relaciones sociales y lograr una buena calidad de vida. La actividad diaria, el estilo de vida y los hábitos saludables son fundamentales para mantener la salud general, y el cerebro de manera particular.
El envejecimiento biológico es inevitable. fortuna existen sencillos recursos como los mencionados que pueden enlentecer la velocidad a la que una persona puede envejecer y, con ello, retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
Envejecer con dignidad
Una estrategia fundamental en la salud pública mundial y en México, es lograr que el envejecimiento de la población sea…