En los gobiernos anteriores, que todo hicieron pésimo y eran corruptos, el ingreso de dólares al país se debía al petróleo, turismo y remesas de los paisanos, en este orden. El cambio siempre presente trastocó este escenario.
Las remesas que envían los paisanos desde EE. UU., son el primer lugar con más de 62 mil millones de dólares en 2024, mayor flujo en la historia para un año. Aunque AMLO lo toma como logro, se trata de mexicanos que viven en otro país y ayudan a sus parientes en desgracia, a pesar de que la Transformación concluyó el primer piso y va en el segundo. Ojalá no tenga más pisos que la torre Latinoamericana.
Los registros del Banco de México indican que los envíos de dólares se duplicaron durante el sexenio AMLO (31 mil 414 millones) durante el periodo 2018. BBVA da cifras sobre el costo para los receptores de remesas por falta de pagadores en la localidad que habitan. En una encuesta en abril 22 por el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos en la comunidad Las Tortugas, de Puruándiro, Michoacán, muestra que en las pequeñas localidades la ausencia de pagadores implica costos económicos y no económicos para cobrar la remesa.
En esa localidad, 60% de los hogares reciben remesas y tienen que trasladarse a otra para cobrarlas. Al preguntar los problemas para cobrar 57% señaló inseguridad, 37% gastos de traslado, 24% en tiempo de traslado, 23% la distancia del pagador.
No hay estadísticas económicas perfectas. La de remesas que elabora Banco de México es de excelente calidad, rigor y cobertura. En 2022, el 99% del ingreso por remesas se midió de registros administrativos de transacciones realizadas.
Sin embargo, la mayoría de las estadísticas económicas en México se elaboran por encuestas con imprecisión e incluyen transacciones irregulares. Así se miden Producto Interno Bruto, inversión, consumo privado, tasa de desempleo, ventas mayoreo y menudeo, inversión extranjera directa e inflación.
Así que es fácil sacarle al toro con la burlesque frase, “tengo otros datos”.