Confiamos en encontrar una vacuna para COVID-19, pero ¿cómo podremos escalar su fabricación? Si un sitio produce 300 millones de dosis, se necesita 10 sitios para producir 3 mil millones de dosis, para que quien más necesita la vacuna, la reciba primero. Para que todos reciban vacuna se necesita 12 a 15 mil millones de dosis. Los 5 o 6 fabricantes de vacunas más grandes producen menos de la mitad en un año. Por ello, las biofarmacéuticas están, sin saber si las vacunas para Covid-19 en las que se trabaja resultarán efectivas, haciendo lo posible para ayudar a producir miles de millones de dosis.

Es necesario producir miles de millones de viales que contienen la vacuna y logística para distribuirlos. Las empresas miran al futuro para encontrar posibles cuellos de botella y dar solución. La disponibilidad de viales es uno de ellos. Una solución podría ser tener 5 o 10 dosis en un vial en lugar de producir vacuna de dosis única. Otro desafío son almacenamiento y distribución. Algunas vacunas requieren rangos de temperatura y países de bajo ingreso carecen de infraestructura para almacenarlas. Es tarea sin precedentes que la industria biofarmacéutica asume. Nunca se habían puesto tanta esperanza en encontrar vacuna segura y efectiva. Este no es un enfoque de business as usual, es un enfoque para responder a una pandemia global.

El 11 de junio se cumplió 3 meses de que la Organización Mundial de la Salud declarara a COVID-19, pandemia. Científicos del sector público y privado definieron un objetivo: solución a la amenaza a la salud global. El paso de AMIIFLab fue alianza global intersectorial (sector público, privado, filantrópico, academia y sociedad civil) que se ha hecho para acelerar el desarrollo, la producción y el acceso a terapias y vacunas para COVID-19.

OMS publicó la guía, Habilidades psicosociales básicas, para quien enfrenta COVID-19. Su objetivo, orientar a la persona que apoya y sigue en primera línea en la respuesta a la pandemia: trabajadores sociales, de salud y de servicios de emergencia; quienes trabajan en tiendas de alimentos, transporte público, funerarias y farmacias; empleadores y gerentes; y quien brinda apoyo a familiares vulnerables o miembros de su comunidad. COVID-19 genera ambiente que facilita estrés, ansiedad o miedo, y apoyarlos durante la emergencia hace enorme diferencia en la respuesta a la situación de salud y en su bienestar mental.

Contiene consejos prácticos para cuidar el bienestar mental personal y recomendaciones para comunicarse con empatía y orientar a las personas que sufren de estrés o angustia severa: Tu bienestar. No puedes cuidar a los demás si no te cuidas a ti mismo. Comienza por mantener tu propia salud y bienestar en estos tiempos difíciles:

Comunicación de apoyo en interacciones cotidianas. Cómo ayudar a través de la forma en que interactúas y te comunicas. Ofrece apoyo práctico. Ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas para que puedan recuperar el control de la situación, acceder al soporte práctico y manejar mejor sus problemas. Apoya a las personas que sufren estrés. Cómo ayudar a las personas que se sienten estresadas y cómo saber cuándo llamar a proveedor de servicio especializado. Ayuda en situaciones específicas. Links a recursos para orientar en como trabajar en hogares de asistencia, cumplimiento de la ley, desplazamiento o situaciones de refugiados y apoyo a quienes están de duelo.

Si invertimos miles de millones en vigilancia epidemiológica con mecanismos acelerados de descubrimiento de fármacos que faciliten respuesta en tiempo real a brotes, si esto fuera la norma, tendríamos herramientas y planes de acción para hacer frente a COVID-19. El mayor error es la falta de enfoque adecuado y la inversión en atención médica, en especial en atención primaria. La salud es transversal, afecta todos los ámbitos de nuestra vida y si no invertimos lo suficiente en ella, no habrá cómo hacer frente a un ambiente adverso del que nos lleve meses, incluso años recuperarnos.