Según informes del Banco de México se incrementó durante la pandemia es uso de efectivo y aunque no señala el uso del dinero plástico, en semana anteriores otro informe de una casa de bolsa preciso que hubo una contracción del uso del crédito y dinero plástico.

Asimismo durante la misma enfermedad se incrementaron los precios del frijol uno de los básico de la dieta mexicana lo mismo que el pollo, un producto complementario de la dieta que cobro fuerza ante el incremento de otras carnes encarecidas en el mercado.

Es ese el orden de la economía mexicana a la cual se agregan otros factores como el comportamiento del Producto Interno Bruto, en el sentido de que es similar al que predomino durante los años 60 del siglo anterior.

Década en la cual nació la población que actualmente forma parte de la denominada tercera edad. Y que de hechos algunos análisis consideran que los nacidos en esa década y la anterior son las denominadas generaciones hijas de la crisis que vive México y el resto del mundo.

Son generaciones que desde que tienen uso de razón únicamente han escuchado las expresiones de crisis, devaluaciones, golpes de estado, surgimiento de grupos guerrilleros y actualmente matizados por el tráfico de estupefacientes.

Para los hijos de la crisis no es novedad que los gobernantes contemporáneos hablen de una preferencial por los más pobres ya que son los mismos que engendraron el debilitamiento de los esquemas productivos de los países en desarrollo antes denominados del Tercer Mundo.

Pero también se cumplen de manera puntual la advertencia de organismos como el Banco Mundial que habla de un incremento de la pobreza en América Latina, así como en otras regiones de Asia y la India, resultado de la incapacidad de los gobiernos para enfrentar las crisis sanitaria y económica derivadas de la enfermedad.

El encarecimiento de los básicos en México es parte del sobre precio que hay en el mundo de las dietas alimenticias, y si hasta la década anterior se pronosticaba que México estaba cerca de alcanzar la autonomía alimentaria, con la parálisis de la actividad económica contemporánea las previsiones cambiaron.

Por lo mismo, para los gobiernos centrales resulta más atractivo importar vagones de granos y carne congelada que producir lo mismos en los campos mexicanos. Pues por una parte complacen a sus socios comerciales y políticos pero por otro extinguen y desalientan la capacidad alimentaria.

Y por ello, hay un retroceso hacia los años 60 del siglo anterior, respecto a los ingresos por las exportaciones al extranjero que en definitiva adelgaza la llegada de divisas, pero sobre todo hay una impacto nocivo en detrimento de la autonomía alimentaria. Pues es vergonzoso que se hayan disparado los precios de dos básicos como son los frijoles y el pollo.

Pero bueno, es entendible que prefieran invertir en el Tren Maya y no en la autonomía alimentaria, en la producción de frijol y otros granos lo mismo que en la producción de todas las carnes.
Pues si los frijoles aumentaron de precio es porque se están importando de otras naciones donde no es un básico de la economía alimentaria y si es un excedente de la actividad agrícola.