José Antonio Meade vino a la zona “caliente” de Tamaulipas a hacer campaña rumbo a la presidencia de la república; por su ubicación geográfica Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Rio Bravo y todos los municipios pegados al Valle de Texas se vuelven atractivos para la delincuencia por lo que atacar los problemas de violencia es más complicado que en otras regiones.

El tema de la seguridad fue y será siempre en esta región del país el principal reclamo de la población a quienes pretenden gobernarnos por lo que Meade no se salvó de los cuestionamientos. Un par de días antes se había registrado el tiroteo a una preparatoria de Victoria por lo que no desaprovechó la oportunidad de hacer referencia a ello argumentando que Tamaulipas enfrenta un enorme reto por la seguridad; aprovechó para ligar el incidente con la critica a su más grande rival, Andrés Manuel López Obrador, con el argumento de que sería impensable que un presidente quisiera otorgar la amnistía a delincuentes como los detenidos en Victoria, o dialogar con ellos.

Su propuesta de seguridad, esa que poco hemos escuchado a los candidatos presidenciales por que se han concentrado más en echarle tierra al enemigo, se basa en prevención con valores y disuasión con inteligencia, evitando que lleguen armas y dinero, además dejó en claro que es necesario el apoyo de las fuerzas armadas para garantizar la seguridad de la población.

Reconoció que Peña Nieto no ha podido resolver el difícil panorama delictivo que se vive en el país, dijo, no hay instrumentos ni estrategias, pero de paso golpeteó a los estados panistas de Chihuahua y Tamaulipas y al independiente de Nuevo León por no haber logrado recuperar la paz en sus administraciones. Es decir, ni ellos ni los otros.

El caso del exgobernador priista, Tomás Yarrington, prefirió no abordarlo, dijo, el no estará en la boleta; y es que apenas unas horas había trascendido que el exmandatario se declaró inocente de los 11 cargos que se le acusan en los Estados Unidos, entre ellos crimen organizado, contrabando de drogas, lavado de dinero y sobornos entre otros.

En Matamoros el candidato se sintió arropado por el alcalde priista que busca reelegirse, no así en Reynosa, municipio que es gobernador y busca seguir haciendo el PAN a través de Maki Ortíz; ahí fue el candidato a la alcaldía, Serapio Cantú Barragán quien movió la gente para arroparlo y durante el evento multitudinario arreciaron las críticas al gobierno municipal y estatal.

La próxima semana tocará el turno a Andrés Manuel López Obrador hacer talacha por estos rumbos y entonces veremos la propuesta que en materia de seguridad tiene para los tamaulipecos; después lo hará el atrabancado “Bronco” que seguro querrá mocharles las manos a muchos en Tamaulipas.

El Partido Acción Nacional por su parte concentró su atención en presentar una denuncia por robo de propaganda política en contra del ex priista, Ramón Garza Barrios, quien busca ser de nuevo alcalde por MORENA.  El PAN difundió fotografías como prueba de lo que aseguran es la destrucción de la propaganda del hermano candidato al Senado, Ismael García Cabeza de Vaca; en ellas se observa a un par de jóvenes retirando mantas de un lugar público y subirlas a un vehículo particular sin placas de circulación.

Esta sería una de las primeras denuncias serias de la actual contienda electoral. Y lo que falta.

Que Dios lo bendiga, gracias

 

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