Estados Unidos sufría opresión monopolista que tenía al trabajador en condición laboral sin seguridad, con muy bajo salario. El poderoso trío de J. P. Morgan (Bank of America), Carnegie (rey del acero), y Rockefeller (el hombre más rico del mundo) llevaron al límite a la sociedad norteamericana que explotó llevando a la presidencia a Teddy Roosvelt, quien a través del Tribunal Superior de Justicia de Estados Unidos, emite una política antimonopolio.
Los capitales concentrados se fragmentaron convirtiéndose en corporativos que sólo incrementaron su poder. J. P. Morgan financió la construcción del canal de Panamá, obra en la que laboraban 75 mil personas. La política antimonopolio que hizo crecer a Estados Unidos a costa del esfuerzo del pueblo, otorgó la patente para fabricar autos a una Asociación, sólo ella autorizaba su fabricación, hasta que la nueva política y Henry Ford surgieron.
Ford era un tipo diferente de empresario, muchos como él buscaban forjar riqueza con visión de mejora social. El lema de Ford, “un auto para cada hombre”, explica su visión de construir un auto familiar. Ford creó lo que conocemos como línea de ensamblaje innovando la manufactura y transformando la manera de vivir, hizo del petróleo energía en movimiento. Creó nueva política salarial al pagar 5 dólares la hora, otros fabricantes de autos pagaban 2 dólares. Esta capacidad de ingreso familiar generó poderío a nivel nacional en Estados Unidos pues muchos nuevos empresarios comulgaban con la visión de Ford. Este ingreso familiar permitió diversión, entretenimiento, vacaciones, asistir a la escuela con regularidad, creó una nueva clase social, la clase media.
La línea de ensamblaje rápidamente se utilizó en otras ramas de la manufactura con éxito, multiplicando la producción de múltiples artículos, reduciendo costos, mejorando salarios. Los empresarios innovaron. La energía eléctrica continuaba revolucionando la calidad de vida en continua mejora. La economía nacional se fortalecía. Estados Unidos permitía vivir bien producto del trabajo y buena paga.
De pronto, productos de belleza estaban al alcance de las damas en toda farmacia norteamericana; ropa y calzado en enormes tiendas. Emergía con popularidad nueva tecnología que se adquiría.
Tras este poderío económico social, operaba en la sombra otro poder, forjado al amparo de la ley Seca, el crimen organizado, con inversión en Centroamérica, Cuba y México. Importaba droga. Creó Las Vegas. Abrió casinos en México. Forjó un imperio de miles de millones de dólares ilícitos, antes de ser investigado y sancionado, y es que basta que alguien decida cruzar un semáforo en rojo sin sanción, para que prontamente miles lo hagan.
En paralelo, se creó la clase media y fortaleció el crimen organizado
Estados Unidos sufría opresión monopolista que tenía al trabajador en condición laboral sin seguridad, con muy bajo salario. El poderoso…