A menos de una semana de las elecciones del 6 de junio las autoridades electorales han mostrado calidad democrática que se manifiesta en los acuerdos de los organismos centrales del Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral de Tamaulipas, donde la titular Olga Alicia Castro Ramírez y José Ramos Charre, consejero presidente respectivamente.
Ambos funcionarios entraron en la recta final del proceso electoral; donde lo mismo han construido acuerdos para conservar los principios democráticos y dar certeza a la población de votantes. Pero también han sido puntuales en los acuerdos relacionados con la armonía de los aspirantes a un cargo de elección popular del orden federal y estatal.
No obstante, que el escenario electoral pareciera alterado en la víspera de la última semana de proselitismo, se observa una “tranquilidad” preocupante de los órganos electorales lo mismo que de los dirigentes de los partidos políticos. Los aspirantes han difundido únicamente las encuestas que los favorecen no así en las que los repudian.
En los procesos electorales de los últimos 21 años el sentir de los partidos, los contendientes y simpatizantes es ordinario que se hable de elecciones históricas, atípicas, extraordinarias, también han sido tipificadas como elecciones de “estado”, con algunos calificativos peyorativos, pero son sólo expresiones.
En algunos casos, cuando los sufragios no han favorecido a la mayoría de los aspirantes estos han incurrido en descalificar a la autoridad electoral, lo cual no es lo correcto, pero si es comprensible que sean mayoría quienes incurren en esas prácticas, pues en cada distrito y municipio únicamente hay un puesto.
Es entendible que la mayoría de quienes compiten en la carrera electoral lo hacen para que el partido que representan conserve su registro, sólo algunos no más de 3 quienes en el mundo de las posibilidades obtienen los resultados que su partido necesita. Y aun así están inconformes.
En las actuales elecciones las poblaciones regionales conservan sus características. Pues si bien destacan algunos distritos y municipios como Matamoros, Tampico, Reynosa, Madero, Mante y Victoria entre otros como Hidalgo y San Fernando, son municipios donde históricamente en los padrones electorales predomina una población apasionada.
En parte el carácter explosivo de los votantes y también es el resultado de candidatos gritones, bufones, algunos con posicionamientos excéntricos y propuestas extravagantes, que en la mayoría de los casos no tienen la aprobación de las mayorías. Pero es ahí donde la democracia tiene sus distintivos.
La irritación de los electores por la carrera alcista de los básicos y los productores en general y, el calor ambiental resultado del clima, de esta temporada no construyen un escenario favorable para que los votantes hagan una pertinente elección. Pero los órganos electorales con las “uñas” organizaron los comicios, lo cual es admirable pues hicieron los ajustes financieros correspondientes en los gastos operativos.
En el orden de los poderes estatales, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Adoptó una actitud prudente más no cobarde, ante las acusaciones de organismos y poderes vinculados al gobierno federal, que lo relacionan con delitos aún no acreditados. La semana anterior el gobernante reapareció y supervisó obras en este y otros municipios.
Un asunto para subrayar es el de Melissa Borjas Rodríguez, estudiante de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, a quien la revista Nociones del Banco de México le publicó un artículo de fondo, donde analiza la descarbonización de la economía mexicana.