Con el anuncio de que habrá ferias del empleo para jóvenes y adultos mayores, el gobierno trata de dar respuesta a una de las más sentidas y mayúsculas demandas sociales: la falta de actividad laboral, de forma de ganarse el sustento cotidiano y que, en parte, es una de las causales de la incidencia mayor de delitos en nuestro México que duele cada vez más.
Según información atribuida a Alexander Perales Huerta, titular del Servicio Nacional del Empleo, la idea es hacer ferias dirigidas exclusivamente para jóvenes, tal y como se hizo el año pasado en González, donde por necesidades regionales se llevó a cabo una feria para trabajadores agrícolas; ahora se pretende que sea para jóvenes, esos que son necesarios y no. Nos explicamos.
Es un círculo vicioso, porque a los jóvenes que piden empleo se les solicita experiencia, y ésta se adquiere trabajando: como no lo han hecho, no la tienen y no son susceptibles de ocupar los puestos ofertados, es decir, una cosa lleva a otra, pero nuestros muchachos siguen sin trabajo, que es lo que importa realmente.
Dice también Perales Huerta que se busca hacer una ferie de oportunidades laborales para adultos mayores y otra para personas con discapacidad. En ese sentido, hemos de afirmar que hay entre nuestros “viejitos” gente con mucha valía y que puede ser útil en cualquier sitio laboral. De la misma manera, personas con discapacidades manifiestas pueden realizar otras tareas que no estén reñidas con sus limitantes. Lo importante, suponemos, es que haya oportunidades para todos, porque pensamos en un jefe de familia con alguna de estas limitantes: ¿Cómo hace para llevar el pan a su casa?
No podemos pensar que saldrá de una nube el recurso o de la olla de oro de los gnomos del arco iris, sino de un empleo que permita ganar el dinero que lleven a casa. Es importante que las autoridades de todo nivel fomenten entre los suyos, empresas, dependencias, comercios y demás, el que haya más puestos de trabajo.
Aquí es donde cobra fuerza aquella teroía de Carlos Slim, magnate mexicano, quien en una ocasión propuso reducir la carga laboral a 4 días de la semana, para que, en ese descanso, pudieran ocuparse más personas, y también ajustar la edad de jubilación cinco años más, que sinceramente, suena como una acción salvaje, pero dadas las condiciones que privan en México, es muy factible que puedan ser acciones correctas, porque habría más puestos de trabajo, y además, trabajaríamos un tramo de nuestra vida que tiene repercusiones sociales, comerciales, personales y culturales.
Volviendo con Perales Huerta, sinceramente pensamos que la idea es muy positiva si se lleva a la práctica; también comenta que se busca hacer una feria de empleo energética, dirigida al sur de Tamaulipas, donde empresas de esa naturaleza tienen una buena oferta laboral y caminos de oportunidad que bien pueden cursarse por decenas, cientos o miles de tamaulipecos que hoy en día no tienen un empleo seguro ni fijo, ni nada por el estilo.
Aquí lo que pensamos sería altamente provechoso e interesante es que el Servicio Nacional del Empleo haga causa común con el Servicio Estatal del Empleo, y con las presidencias municipales, para que todos en un solo esfuerzo promuevan la proliferación de fuentes laborales, y que sea una sola ocasión la que se trate de promover esta acción, pero con una fuerza conjunta que, sin duda alguna, tendría mejores resultados, y lo sabemos todos.
Finalmente, el funcionario explica que tienen la idea de acercarse a los empleadores para promover estas ferias proyectadas y llevarlas a la cristalización, y, en caso de que se requiera alguna específica, organizarla, de acuerdo a las necesidades de cada región, porque, finalmente, la dependencia está constituida para ese fin.
Ojalá haya muchos empleos para nuestros paisanos, y que haya más hogares con la tranquilidad de tener un salario al menos para garantizar la subsistencia.

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