En el tema de los deudores alimentarios, que es una circunstancia generalizada en todo el país, algunas entidades federativas están efectuando embargos de los bienes de la parte deudora. Esto corrobora que las fintas anticonstitucionales de retirarles INE, pasaporte o licencia de manejo, no sólo eran incorrectas por trasgredir los derechos ciudadanos, sino que además existe una base jurídica para sancionar y corregir la problemática.

En la práctica de un proceso judicial los deudores alimentarios pueden sufrir el embargo de sus bienes, mobiliario residencial o de oficina, vehículos, computadoras, etc.

Hay estados donde el 90 por ciento de los procesos que llegan a los juzgados de lo Familiar, corresponde a una demanda por incumplimiento de la pensión alimenticia, y no sólo son los papás varones, sino también hay madres que  dejaron encargados los hijos a familiares o a personas a las que acordaron pagar el servicio y no cumplen con la aportación de alimentos, vestido y lo necesario para su sobrevivencia.

Al parecer en Tamaulipas hay un mínimo de procesos de demanda, no sabemos si porque aquí son muy cumplidores, o los afectados(as) ignoran los beneficios que les otorga la ley para hacer cumplir las obligaciones alimentarias para los hijos.

Por otra parte, al lado de los testimonios de los deudores alimentarios existen historias de abandono total de las criaturas, hay casos de padres y madres que dejaron “encargados” a sus hijos con tías, abuelas, vecinas, etc. prometiendo pagar sus alimentos y pañales en el caso de los bebés, y nunca regresaron.

Esa es la triste historia de algunos niños y de otros que hoy son hombres y mujeres que fueron abandonados.

Abordamos el tema porque hay signos de que se perdió el sentido, o nunca le dieron la orientación debida a lo que debía ser el Día del Niño, una fecha no sólo para obsequiarles dulces, juguetes o una fiesta, sino para sembrar conciencia a los adultos de la responsabilidad que se tiene con los pequeños. Sin embargo hay un vacío en ese aspecto en el país, no sólo en Tamaulipas.

Todo el mes de abril debiera ser espacio para promover los valores humanos, hacer sensible a la sociedad en general y a los padres y madres en particular, de su responsabilidad para dar protección, cuidados y amor a las niñas y niños. Lo cual no se contrapone con los festejos, dulces, paseos o juguetes, que se dan en una parte de la sociedad donde existe integración familiar, pero hay otros sectores donde hay abandono e indiferencia para la niñez, y es esa parte en la que hay que trabajar mucho gobiernos, ciudadanos y medios de comunicación.

Las instituciones públicas sin excepción, ofrecieron festejo a los hijos de sus asalariados; lo mismo en colonias populares, donde los alcaldes de los diferentes municipios llevaron alegría a los chiquitines, es una práctica política ya tradicional.

Pero los ediles e instituciones públicas harían mucho más, si orientaran y apoyarán a quienes tienen a su cargo niños que no reciben el apoyo alimentario de sus padres, para que estos gestionen el recurso.

Hay entidades donde no sólo levantaron un censo de deudores alimentarios, sino que los han exhibido en “tendederos” públicos, y es un procedimiento que ha dado buenos resultados, porque una buena parte de los deudores alimentarios se ven afectados por cuestión de “imagen” en sus trabajos, negocios, despachos y otros que figuran en el terreno político. Desde luego esto lo han hecho con el apoyo de la sociedad civil, porque nadie quiere poner en riesgo el voto potencial de los deudores alimentarios.