Si yo quisiera meter unos pequeños filamentos radiculares de la planta de helecho real por los diminutos agujeros de la malla de un mosquitero, seguramente, que por su natural fragilidad, estos se rompieran, pero, para la planta no existió impedimento alguno para dirigir las radículas hacia el interior de mi estudio literario; al principio imaginé que buscaban captar la humedad del interior de la habitación , por eso regué más seguido la planta y coloqué las pequeñas prolongaciones citadas en lo que yo consideré era su lugar, más al poco tiempo, las radículas se volvieron a asomar a través de la malla mosquitera, pasando con suma precisión a través de ella; observando dicho fenómeno me hice la siguiente pregunta: ¿Estarán siendo atraídas por el electromagnetismo generado por los aparatos eléctricos, o son atraídos por los acordes melódicos o vibraciones emitidas por la música que siempre utilizo para ambientar mi espacio literario, y mantener mi concentración en aquello que motiva mi inspiración? De hecho, hay estudios de la relación que existe entre campos magnéticos y sistemas biológicos, lo mismo ocurre con las investigaciones sobre las bases naturales o físicas del tonalismo y otras áreas relacionadas con la música y su origen.

Siempre habrá un motivo que justifique lo inexplicable, de ahí que, después de poco más de un año, llegó de visita a nuestra casa mi nieto Emiliano, el cuál, sin explicación alguna, solicitó permiso para estar unas horas a nuestro lado, entonces la abuela aprovechó para invitarlo a comer.

María Elena ha estado feliz, porque sus nietos, poco a poco están regresando a la casa de la abuela, casi todos han tratado de retroceder en el tiempo, para recordar vivencias y recuperar la alegría que emerge de esa fuente inagotable de amor; algunos se han sentado, acostado, subido y bajado por cada rincón de la casa, han disfrutado de sus alimentos preferidos, han jugado y se han dejado consentir, mientras yo lo observo todo y lo escribo como lo he hecho siempre.

Si yo quisiera mantener unidos a todos nuestros hijos y nietos, no podría, porque no poseo la poderosa energía maternal que los atrae a nuestra casa, eso es un privilegio reservado para las abuelas, mientras que los abuelos, estamos aquí para asegurarnos de que cada uno de los eslabones de esta cadena de amor, se mantengan siempre unidos. Tal vez no me haya dado cuenta antes, pero ahora sé, que el visitante soy yo, que he sido atraído por el magnetismo y las vibraciones de amor que emana de esta maravillosa familia.

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