Tenemos un pésimo gobierno y un presidente popular. Más de 700 mil muertos por Covid, más de 130 mil asesinatos dolosos, economía estancada y sociedad dividida, obras sin sustento, frente a esta realidad, el aumento al salario mínimo y las dádivas son nada. Corrupción suelta e impunidad desde palacio, aumento de la pobreza, caída del sistema educativo, crímenes en el país sin control; permiso al criminal para destruir, indican que vivimos un Estado fallido.
López es popular por: venganza de resentidos, propaganda, creación de clientes con dinero, condenar al poderoso y sobar al amolado. La mayoría lo juzga por sus supuestas buenas intenciones, camino que va al infierno. El crimen fuera de control. Pocas entidades se salvan del caos. La desconfianza está presente; el gobierno es cómplice del crimen organizado al promover la violencia y justificar la militarización, teoría que suena bien, dados los antecedentes homicidas de Palacio. El rayito de esperanza es suplantado por oscuras nubes de criminalidad. López resultó no tener jabón o decide no usarlo, para combatir la mugre.
López destruye: Seguro Popular y sector Salud; educación; atención al campo, todo aquello que exige dinero pues abrió un dren enorme para sus obras, no para las de bienestar social. Se le ocurrió que repartir dinero (programas sociales) son la base del desarrollo social y no es así. Decidió dejar de perseguir cárteles y la violencia criminal se incrementa. El pensamiento mafioso siempre quiere más, le mueve la codicia. López, siempre quiere gastar más. Metió en puestos clave públicos a sus cuates; lo que criticaba a los anteriores, resultado, gobierno mediocre. López va de fracaso en fracaso. Nada de lo que hace funciona.
¿Cómo detener un ciudadano la política de destrucción del país? La oposición en desprestigio, sin opciones viables, excepto Beatriz Paredes. López es tan cínico que viola y hace violar la ley a sus presucesores. ¿Qué ofrecen PAN y PRI, aparte de corrupción? No hay programa de gobierno y desarrollo desde la aplicación de la Constitución. Hay Constitución que los legisladores acomodan al gusto del Ejecutivo en los ámbitos federal y estatal. Morena no hace política; es camarilla de criminales. En Tamaulipas con Morena regresa, espero, lo mejor del PRI, que en otros estados no ha sido así y el caos se apoderó de ellos. Además, estamos jodidos y callados, pues la bota militar y el crimen abierto, y en casos dirigido, son dueños del país.
El camino del desarrollo social es apuntalar educación, salud y empleo. Aplicar la ley, acabar con la impunidad y sancionar a quien caiga en la histórica corrupción que permite robar, seguir robando, cambiar de partido y continuar. Dejar de pagar por mis ideas y supuestos triunfos para que surja periodismo de investigación, crítico y libre. Impulsar y renovar la capacitación básica técnica y universitaria para contar con capaces y decentes plomeros, electricistas, mecánicos, abogados, médicos, etc. Renovarse o morir. Es la tarea de este siglo; crear un país de adultos libres de pensamiento. No necesitamos un mesías. Todos debemos ser líderes.