En este domingo, las lecturas de la misa dominical presenta a los libros sapienciales, como Proverbios que hablan de la sabiduría como símbolo del espíritu de Yahveh: la sabiduría es Dios mismo. La presentan como una persona que actúa, dice cosas, toma decisiones y se propone así misma como referente y modelo de vida.

En este texto se ve preparando un banquete en el que ha dispuesto vino y pan, con el pretexto de inaugurar y abrir las puertas de la casa que se ha construido, los invitados a comer son los sencillos y los carentes de juicios

La casa nueva representa tal vez, un lugar de acogida que antes no existía, un espacio seguros con límites claros y con la libertad de saber que es bienvenido. Dentro de ella se reúne la familia para descansar, dialogar, instruir y prepararse para la vida; allí se disponen y se comparten los alimentos que habrán de nutrir a sus miembros y mantenerlos en pie.
El pan y el vino son símbolo del alimento que nutre y que propicia el encuentro fraterno; ambos desde la perspectiva bíblica, son indispensables para la convivencia comunitaria y para el crecimiento de los individuos. Pero el texto bíblico obliga a ir más lejos: en la materialidad del pan y del vino está simbolizado un alimento distinto, producto de la Palabra y la Sabiduría divinas, que decide nutrirse con él: “vengan a comer del pan y del vino que he preparado. Dejen su ignorancia y vivirán; avancen por el camino de la prudencia”.

Desde aquí este modelo se puede leer el texto del evangelio escrito por San Juan cuando dice: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre”. Igual que en el libro de Proverbios se habla de un pan que da vida. Es un pan que simboliza la persona de Cristo, quien proviene de Dios, es sabiduría de Dios y es promesa de vida eterna.

Se puede orar con palabras de la oración de la misa dominical: “ Señor Dios, que has preparado bienes invisibles para los que aman, infunde en nuestros corazones el anhelo de amarte, para que amándote en todo y sobre todo, consigamos tus promesas que superan todo deseo”.

Que el buen Padre Dios les acompañe siempre.