Hay algo más allá de lo que imaginas que es tu vida, si te pones a analizar a conciencia tus rutinas, encontrarás que la mayoría de las cosas que haces, han sido programadas por otras personas, muchas de las veces, sin tomar en cuenta tu opinión, solamente estás cumpliendo un mandato proveniente de otra persona, la cual, a su vez, está supeditada a las instrucciones de un superior, y resulta que éste también está sujeto a la subordinación de alguien; y al estar sometido sólo a recibir instrucciones, se va perdiendo la capacidad de poder tomar decisiones, de poder utilizar el libre albedrío. Negar lo anterior sólo refuerza esta teoría, porque nuestro cerebro, por generaciones, está sujeto a una programación para que funcionen los sistemas, llámese social, laboral, económico, político, incluso el religioso.
Cuando te sientes incómodo por tener siempre que estar recibiendo instrucciones para que las cosas funcionen, es porque tu conciencia está empezando a despertar y te está reclamando por tu comportamiento tan apático, tan mecánico y automatizado; de hecho, si analizamos las respuestas, de la mayoría de nosotros, ante situaciones que sólo nos exigen utilizar el instinto, encontraremos un patrón estandarizado, siempre y cuando, conservemos un equilibro mental dentro de nuestro sistema operativo, que se apega a la clasificación que los expertos consideran dañado pero saludable, porque existen excepciones que se salen totalmente de lo considerado estándar.
Cuando empiezas a recuperar tu capacidad para cuestionar aquello que, en su momento ha sido aprobado por los “expertos” y resulta que no está funcionando, experimentarás destellos de un sentimiento dignificador que empezará a evidenciar que como ente independiente y en pleno uso de tus derechos, cuestionarás, incluso, a los que pensamos son el número uno, la primera letra del abecedario, los que están en el peldaño más alto de la escalera de lo que se conoce como poder.
Si en verdad quieres saber lo que es ser libre, utiliza todo el potencial que se encuentra en tu cerebro esperando a ser activado para dejar de navegar en automático.
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