¿Y tú te limitas o te limitan? Me preguntaba un amigo con cierta amargura viendo cómolos años lo iban llevando inevitablemente a la edad de los límites. Antes de responder metomé un par de minutos para meditar sobre la cuestión, entonces, evitando que mi respuesta
motivara un debate sobre el particular, le contesté: Si limitar se refiere a ser cauto en cuanto la toma de decisiones que pueden significarse como un riesgo para la salud física, mental y espiritual, yo haría uso de mi plena conciencia para responder, buscando con ello ser justo
conmigo mismo y honesto con quien pregunta; mas si el poner límites al tomar decisiones que frenan mi libertad para expresar lo que mi cuerpo, mi mente y mi espíritu desean manifestar en apego a su naturaleza y deseo, preferiría correr el riesgo de fracasar, a ser cautivo de mi miedo.
Un tanto escéptico mi amigo respondió: Creo, que estás llevando la conversación a un plano demasiado complejo, para mí la toma de decisiones debe de ser más práctica, porque de otra forma, provocaría tal incertidumbre, aumentando más mi miedo.
Ser práctico, en ocasiones, evita el enfrentar la realidad y concede, por así convenirle a los intereses de otros, el aceptar o rebasar los límites que se establecen de manera natural, para evitar quebrantos en lo particular o en lo que se percibe como necesario. para establecer un
nuevo orden social; visto por otros, es también una oportunidad para mantenerse neutral ante una situación controversial que pone en duda la validez de las normas y las leyes establecidas, para mantener la validez de una realidad histórica que es vista como perfectible al paso del tiempo. Si se tuviera el mismo pensamiento, no habría motivo ni siquiera de pensar en cambiar lo establecido para mantener la estabilidad y la armonía social.
En la actualidad resulta ya muy confuso lo que está bien o está mal, porque los cambios efectuados, en realidad, no se ha establecido para mantener una estabilidad social, sino que han sido promovidos con el interés de sumar peso a favor de la visión o la causa de aquellos
que consideran que enarbolando las banderas de las diferencias, se puede invertir la tendencia a favorecer el avance de proyectos que de origen han crecido para mantener las diferencias.
Mi amigo llevó su mano derecha a su cabeza y frotó con sus dedos el cuero cabelludo, como queriendo abrir una ventana a través del cráneo, para que la luz del entendimiento llegara a su cerebro, más antes de analizar la situación planteada, respiro profundamente
hasta hacer ver su pecho como un gigante y repuso: Yo solo quisiera saber, si lo que pienso y lo que hago se encuentra dentro de los límites para ser considerado como bueno, porque me resulta harto difícil e impráctico desenredar la madeja de lo complicado, que de origen
pudiera entender por mis bases y la información recibida durante mi desarrollo en la edad de la niñez, o cuando en la edad cuando uno más se pregunta qué hacer y no encuentra una opinión válida para tomar como verdad, pues siempre vemos un interés personal en aquél
que pretende educar, mandar o aleccionar, como lo quieras llamar, ahora veo que me ha hecho mucha falta el desarrollar la plena conciencia, para poder tomar las decisiones más acertadas.
Hablar de los límites siempre será complejo, en algunas ocasiones tu pones la distancia para tomar una u otra decisión, dejando al azar el poder tener éxito o error en ello, resulta pues práctico de primera intensión dejarse llevar por lo que otros dicen, piensan o hacen, sintomar en cuenta que en ello estamos renunciando a nuestra libertad y poder para decidir lo que queremos.
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