Este domingo en la capital de Tamaulipas el alcalde Oscar Almaraz Smer rendirá su primer informe de actividades, en aras de que el mismo sea aprobado por una ciudadanía que solicitó hace un año acciones enérgicas de servicios y obras, y que ha esperado resultados positivos.

La de Almaraz ha sido, sin duda alguna, una buena administración.

Tiene, como todos los funcionarios y servidores, detractores y aduladores, y siempre desviarán éstos –ambos- los resultados reales, mismos que variarán de acuerdo a los beneficios obtenidos en forma comunitaria o personal, en cada uno de los que vivimos en la otrora ciudad amable, y que se ha convertido en un sitio legendario, hermoso, pero difícil para sobrevivir, aunque no pierde su encanto tradicional.

Almaraz llegó a una posición que anhelaba y decidió trabajar, y lo primero que hizo fue un análisis de los servicios que la gente demanda hace lustros, y puso manos a la obra: los muchos camiones de limpieza no nos pueden dejar mentir, y no pueden ser objeto de la imaginación de alguien que quiere verle con buenos ojos: son, están, y recogen toneladas de basura diariamente.

También hemos visto o sufrido las acciones de pavimentación: sufrido, porque nos ha tocado una calle cerrada debido a las obras que llevan a cabo y que tienen como objetivo aliviar un poco la pésima situación física de nuestras calles.

Ver las cuadrillas trabajando es parte del paisaje urbano cotidiano, y tampoco podemos mentir: ahí están, haciendo la lucha por darnos mejores vialidades.

En materia de tránsito, ha procurado, en primera instancia que sean vistos como una corporación respetable, aunque muchos de sus integrantes se obstinan en ser cazadores de infracciones y no precisamente agentes de vialidad, lo que la gente siempre ha necesitado.

La imagen ha cambiado un poco, pero suponemos que para bien, y al parecer se les sigue exigiendo más.

En alumbrado y otros servicios, podemos decir muchas cosas, pero para ello, entendemos que este domingo estará ahí el documento del que nos participará y nos dirá qué se ha hecho, y la forma en que se han conseguido recursos, que han provenido de la Federación, del estado de Tamaulipas y de nosotros, los contribuyentes que hemos pensado que nuestro predial y nuestros pagos tienen repercusión en las obras que se llevan a cabo.

¿Qué falta mucho por hacer? Nadie dijo que Almaraz sacó de la ignominia a Victoria, pero sí podemos afirmar, al menos, en lo que nos ha tocado vivir y constatar, que hemos avanzado mucho más de lo que en otras administraciones se hizo en el mismo lapso de tiempo.

Y quien no quiera ver eso, es, o porque no tiene simpatía por el alcalde, o porque de plano, tiene una venda en los ojos.

También tenemos que reconocer que algunas obras no han salido como quisiéramos, pero la voluntad de mejorar ha sido lo más importante y predominante. Tal es el caso del problema del agua, que se ha tratado de solucionar por años sin que haya significado una satisfacción total, pero… ¿Cómo hablar de un plan de agua justo cuando hay miles de tomas clandestinas y la gente en forma abusiva todavía tiene el cinismo de “negociar” que no se las quiten, y sacar prórrogas?

Debía ajustarse la ley a esos que roban agua y castigarles con todo el peso de la ley, pero se ha tratado de conciliar y procurar que todos tengamos agua, el vital líquido, y que nuestras necesidades estén cubiertas.

En síntesis, si nos preguntan, como lo han hecho algunas personas, entendemos que es difícil una administración municipal, pero reconocemos que se ha trabajado muy fuerte, muy intensamente, y que el resultado ha sido positivo. Que falta mucho más por hacer, que tenemos que participar todos, que hay que pagar para exigir, y que hay que otorgar el aplauso al alcalde y su administración, y a la vez, pedirles que no bajen la guardia, que no aminoren el paso, y que Victoria se la que gane, porque entonces ganamos todos.

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