Llevamos ya 18 meses de que se declaró la emergencia sanitaria a causa del Covid-19 lo que ha afectado la salud y la economía de las personas. Aunque considero que la crisis más importante que se debe atender es la de salud, en esta columna hablaré de la crisis económica en Ciudad Victoria, pero no solo a causa de la pandemia, sino de las pésimas administraciones municipales que hemos tenido los últimos años.
Si te das una vuelta por la ciudad, por las avenidas más transitadas, y observas con atención, te darás cuenta que hay muchos locales vacíos, muchos restaurantes han cerrado, se traspasan negocios y no se abren nuevos. Muchos pueden pensar que todo lo que está pasando es por la pandemia, pero, aunque si es real que la pandemia afectó la economía local, también lo han usado como un gran distractor de lo que realmente está apabullando la economía en la Ciudad.
A la economía en Ciudad Victoria le afecta la pandemia, Sí, pero también la afecta la deuda de gobierno con proveedores (no por falta de dinero del gobierno sino por pésima administración), afecta que no diversifiquen con proveedores y constructoras locales, afecta que después de cada elección corran a muchos burócratas Victorenses por “no entregar resultados”, afecta el gigantesco impuesto que quieren imponerle a empresas como Didi y Uber (más del doble que en cualquier otro estado de la república y 4 veces más que el impuesto de la Ciudad de México), afecta que le deban a los maestros del estado, afecta que se hagan reformas para blindarse de lo que pudiese venir en unos meses, afecta que el gobierno del estado adeude más de 2 mil millones de pesos en cuotas patronales al fondo de jubilación y pensiones de los trabajadores del estado, afecta que enfrente de tu negocio o casa no esté iluminado y que caigas en un “bache” al manejar, afecta la falta de agua, afecta el pésimo transporte público que hay en la ciudad.
Seamos realistas en Ciudad Victoria, no se le puede tirar toda la culpa a la pandemia debido a que los sectores más afectados son el industrial (en Victoria no hay industria), turismo (en Victoria no hay turismo) y el energético (en Victoria no hay sector energético). Ciudad Victoria es una ciudad de servicios, y si le afectó la pandemia, pero no como en esos otros sectores económicos donde si se sufrió fuertemente. Tampoco Ciudad Victoria es una ciudad que reciba gran inversión extranjera o nacional, por lo tanto, querer desviar toda la culpa a la pandemia es una simplificación demasiado básica; mejor preguntémonos ¿Qué están haciendo el SiVic y el Gobtam con el presupuesto asignado?
Esta semana, específicamente el 1 de octubre, toma el timón de la ciudad Lalo Gattás y todo su equipo de trabajo, tienen frente a ellos un reto mayúsculo por la grave situación que se vive en la ciudad. Sería un excelente comienzo si su primera tarea es buscar que exista transparencia gubernamental y personal dentro de esta administración. Si no comienza por ahí, lamentablemente ya conocemos la historia que se avecina y no acaba bien. Le deseo todo el éxito posible en esta nueva encomienda que tendrá a partir de unos días.