La semana inicia en Tamaulipas con una serie de incidentes violentos que enlutaron a varias familias en Nuevo Laredo y Reynosa, tiroteos entre delincuentes y autoridades que afectan a terceros. Lamentablemente este fin de semana al menos tres familias sufrieron la pérdida de vida de sus seres queridos luego de reportarse agresiones en tres eventos distintos que aún están siendo investigados.
El fin de semana también trascendió la novela del escape del diputado local panista, Vicente Verástegí quien, como si se tratase de una película de acción, escapó de delincuentes que intentaron privarlo de su libertad.
La alerta se lanzó el viernes por la noche, por la privación ilegal de la libertad del diputado local panista, hermano del ex candidato del PAN a la gubernatura de Tamaulipas, mientras se encontraba en un ejido en las inmediaciones de Xicoténcatl.
El hecho encendió las alarmas de todas las fuerzas de seguridad en la entidad quienes armaron todo un operativo por aire y tierra para rescatarlo con vida. La nota era ya una bomba nacional tomando en cuenta la trascendencia política del hecho y el contexto en el que se desarrollaron los hechos.
Afortunadamente, el sábado por la mañana se anunció la localización del diputado. A través de un boletín, la fiscalía de Justicia y la vocería de seguridad daban a conocer que se encontraba sano y salvo ya en casa con sus familiares sin abundar sobre los hechos. Más tarde supimos, gracias a su hermano, el ex candidato panista,  que los hechos ocurrieron mientras se encontraba en un terreno propiedad de la familia cuando sujetos armados lo interceptaron y lanzaron más de una veintena de disparos. Vicente Verástegui huyó y se escondió entre el sembradío de caña de azúcar que abunda en el lugar refugiándose ahí toda la noche hasta que al día siguiente, logró llegar a casa sano y salvo.
La historia suena irreal, algo así como el gran escape del ex futbolista profesional Alán Pulido cuando igual logró liberarse de sus captores que lo tenían secuestrado en una casa de seguridad aquí mismo en Tamaulipas.
Era el 2016, la última era priista, con el entonces gobernador Egidio Torre al frente y el abogado Ismael Quintanilla liderando la  Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas.  Alan Pulido fue secuestrado en Ciudad Victoria por miembros de una organización criminal e igual se montó un enorme operativo de búsqueda. El incidente atrajo mucha atención mediática por tratarse de una figura reconocida, pero el desenlace fue igual de exitoso que el del panista. Sanos y salvos.
Cabe mencionar que, aunque el contexto es diferente al caso de Vicente Verástegui Ostos, y los niveles de violencia muy distintos, ambos sucesos reflejan el clima de violencia que ha afectado a esta entidad fronteriza, aunque con diferentes circunstancias y actores involucrados.
Afortunadamente hoy en día los niveles de violencia no son extremos como los que vivimos el último año de Gobierno del priista Eugenio Hernández y todo el sexenio de Egidio Torre, sin embargo sigue siendo importante que las autoridades no bajen la guardia en materia de seguridad.
Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales