En 2017 Estados Unidos sufrió 9 reveses. Penney, Radio Shack, Macy’s, Sears anunció cada una el cierre de más de 100 tiendas. Sports Authority se liquidó; Payless se fue a la bancarrota. Acciones de empresas de ropa (Lululemon, Urban Outfitters, American Eagle) cayeron al suelo. Ralph Lauren cerró su tienda insignia Polo, en la Quinta Avenida en Nueva York.
Recesión es explicación tonta con un Producto Interno Bruto que crece por 8 años, precios de la gasolina bajos, nivel de desempleo menor a 5% y en 18 meses han crecido sueldos medianos y bajos. El comercio electrónico y los restaurantes dan el cambio al gasto. Amazon consume al sector minorista. De 2010 a 2016 su venta pasó de US$16 mil millones de dólares a $80 mil. El ingreso de Sears fue US$22 mil millones; Amazon creció tres Sears en seis años. 50% de las casas de ese país tiene Amazon Prime. La compra en línea tiene largo éxito en entretenimiento; libros y música, más política de fácil devolución, hizo de la compra en línea barata, fácil y libre de riesgo para comprar ropa, lo más vendido en comercio electrónico.
El éxito de Casper, Bonobos y Warby Parker (camas, ropa y anteojos) obligó a las tiendas a ofrecer precio y conveniencia como en línea. La compra móvil es fácil gracias a las apps y las billeteras móviles. Desde 2010, el comercio móvil creció de ser 2% del gasto digital, a 20%. El Internet crea nuevos hábitos de compra, los consumidores ven su sofá como sustituto de su centro comercial local.
Actualmente hay 1,200 centros comerciales en Estados Unidos. En una década habrá 900. Entre 1970 y 2015 su número creció más de dos veces el ritmo de crecimiento de la población por abundante consumo. Estados Unidos tiene 40% más espacio de compras per cápita que Canadá; 5 veces más que Reino Unido y 10 veces más que Alemania; no es sorpresa ese golpe tan devastador. Las visitas a centros comerciales descendieron en 50% entre 2010 y 2013 y siguen bajando. La recesión quebró marcas impulsadas por logotipo que florecieron en los 90 y 2000. Un logotipo en una camisa polo era moda. A medida que el consumidor se convirtió en buscador de ofertas, Macy’s y Sears perdieron frente a tiendas de descuentos, outlets de moda rápida y tiendas tipo club.
En el sector minorista, cuando inquilinos ancla como Macy’s fracasan, menos clientes van al mall. Algunas tiendas tienen cláusula de “coarrendamiento”, con derecho a romper el contrato de alquiler si el inquilino ancla cierra. El fracaso de una o más tiendas, provoca el cierre de un centro. ¿Comercio electrónico y exceso en área de compra cierran miles de tiendas minoristas, cuando el sueldo del trabajador de bajo ingreso sube más rápido desde 1990? La tienda minorista presenta dificultades por bajo margen de ganancia y dependencia de mano de obra barata. Cajeros y vendedores son las categorías más grandes del país, 8 millones de trabajadores con ingreso anual de US$25 mil. Nueva ley sobre salario mínimo y ajustado mercado aprietan a los minoristas. Las tiendas de ropa caen pues el consumidor cambió su gasto a viajar y salir a comer. La gente compraba casas, muebles, autos, ropa.
La ocupación en hoteles florece. Las aerolíneas domésticas transportan a más pasajeros desde 2010. En 2016 se impuso marca con 823 millones de pasajeros. El auge restaurantero es enorme. Desde 2005 las ventas crecen al doble de todo tipo de gasto minorista. En 2016, los estadounidenses gastaron más dinero en restaurantes y bares que en tiendas de comestibles. Lo que afecta a las tiendas es el paso implacable de Amazon y empresas minoristas online. La compra móvil es la fuerza transformadora en el sector minorista, pero autos que se conducen solos harán otro cambio. En cuanto el vehículo autónomo sea barato, seguro y abundante, las empresas minoristas y de logística comprarán millones, haciendo de los autos tiendas y las calles, lo máximo en bienes raíces. Habrá cientos de minifurgonetas autónomas con mercancía deambulando día y noche, listas para ser llamadas a ir a casa, por un cliente con un smartphone.