“El Congreso es tan extraño. Un hombre se pone a hablar y no dice nada. Nadie le escucha…y después todo el mundo está en desacuerdo…”
Boris Marshalov
Quien lo hubiera dicho.
El candente tema de un renombrado panista confrontó internamente en los días cercanos -involuntariamente tal vez- al partido dominante en el Congreso de Tamaulipas, al disentir entre sí diputados y mandos de MORENA sobre la salida o permanencia del Fiscal General de Justicia en el Estado, Irving Barrios, heredado al actual gobierno por Francisco García Cabeza de Vaca.
Cualquiera que sea el desenlace de este funcionario, el saldo es transparente: No existe control real en su entorno, de quien dirige a la Junta de Gobierno legislativa local, ni siquiera sobre sus compañeros de bancada. Del diálogo con los membretes llamados de oposición, ni para qué hablar.
Hasta ahora, el titular de ese órgano camaral, Humberto Prieto, ha dedicado la mayor parte de su tiempo pagado por los contribuyentes, a deslegitimar a sus adversarios políticos, a tratar de enlodar a sus antecesores y a lanzar amenazas al aire. Como camorrista es excelente, como líder deja mucho que desear.
Primero le enmendó la plana la cúpula estatal morenista en torno al año para el cambio legal del Fiscal y después el presidente de la Comisión de Finanzas y de la de Estudios Legislativos. Isidro Vargas, también lo desmintió sobre el término legal para decirle adiós a Barrios, en donde Prieto había aceptado tácitamente que sería hasta el 2027 al declarar que no existe un procedimiento para retirarlo antes, mientras sus discrepantes argumentan que es en el 2025.
Curiosamente el único partido que arropó a Humberto Prieto fue uno de oposición: Movimiento Ciudadano, al apoyar que Irving se vaya en 2027, pero el mismo se curó en salud y para quedar bien con todos dejó abierta la puerta a que se adelante el cambio, al señalar que “si se hace, que sea alguien que vele por los tamaulipecos”.
Quién o quiénes tienen la razón a estas alturas ya resulta irrelevante, porque en una u otra fecha, cercana o lejana, la despedida del actual Fiscal tendrá que darse. Como dicen los abogados: Tiene fecha fatal, no por lo trágico sino por la imposibilidad de evitarlo.
No es eso lo que debe importar a los morenistas. Lo que cala en esas parcelas es la aparente incomunicación entre el titular de la Junta de Gobierno y sus cofrades. Tal vez no tenga ese órgano por qué rendir cuentas al Comité estatal de MORENA, pero es imprescindible que debe trabajar de la mano con las comisiones legislativas, en donde Isidro Vargas representa a varias y por lo tanto juega un papel básico.
Las prisas nunca son buenas, dice la sabiduría popular y hoy los dimes y diretes que afectan a la bancada guinda y en general al Congreso Local, prueban que en el objetivo de tener con rapidez a un dirigente en esa Cámara, la fracción morenista agarró al que se atravesó: Humberto Prieto.
Porque eso sí, como decimos en Río Bravo: El señor es muy atravesado…
HONESTIDAD PÚBLICA
Me parece un ejercicio de honestidad pública lo señalado por el titular de Obras Públicas en Ciudad Victoria, Eusebio Alfaro Reyna.
El funcionario hizo a un lado la cómoda postura de la negación de problemas que tanto daño le hace a la confianza en las autoridades y en cambio, reconoció -debe ser difícil hacerlo- que innumerables calles de la capital, lo dijo con claridad, están inservibles.
Aceptar lo evidente no ha sido característica de los gobiernos municipales, por lo que la declaración de Alfaro Reyna cobra mayor importancia, al dar un paso fundamental en el quehacer público: Si se acepta la realidad, se acepta la necesidad de mejorarla. Ahora falta lo más difícil: Que se actúe…
X: @LABERINTOS_HOY