El ambiente de la transición en Tamaulipas a 72 horas del cambio del titular del Poder Ejecutivo, es el más “intenso” en el termómetro político desde que se inició el conflicto, y subirá de tono conforme nos acerquemos al 1º de octubre. El horizonte que se observa de manera resumida es el siguiente:

Por una parte el Poder Legislativo que es el que debe dar posesión al gobernador, aún no ha definido la agenda para la sesión solemne correspondiente, mucho menos ha emitido las invitaciones acostumbradas para la ocasión y no lo hará hasta el jueves 29, cuando ya se hubiera sometido a votación el “proyecto de sentencia”, cuya propuesta es favorable a Américo Villarreal Anaya, pero que reconocerá su elección siempre que logre la mayor parte de los votos de los magistrados que sesionarán el miércoles 28 a las 17 horas.

En otras palabras, el “proyecto de sentencia”, que en este caso es positivo, puede confirmarse en ese sentido, o rechazarse, eso es en el sentido legal, sin embargo anima a pensar que su aprobación puede darse por hecho, muy al estilo del Poder Legislativo, donde en comisiones se emite un dictamen y éste casi siempre se aprueba en el pleno. En este caso la moneda está en el aire.

Por otra parte el presidente Andrés Manuel López Obrador enfocó nuevamente sus baterías contra Francisco García Cabeza de Vaca, ahora de manera, al ordenar se investiguen posibles desvíos en una operación de compra de cámaras de video-vigilancia efectuadas en la gestión del mandatario tamaulipeco; igualmente reiteró una vez más su apoyo al gobernador electo, Américo Villarreal Anaya.

Este es un signo que revela la preocupación del Jefe del Poder Ejecutivo al tener que buscar la manera de debilitar al gobernador  FGCV y por otra parte, tiende una red protectora al senador Villarreal. Ahora más que nunca la vieja regla: “lo que le hagas a mi gente me lo haces a mí”, está vigente. Asimismo la orden dictada desde Palacio Nacional tendrá sus efectos en el ámbito social del país, porque vendrá a confirmar el uso del poder para someter a sus enemigos, algo de lo que han acusado al propio gobernador de Tamaulipas.

Sólo que en el caso de AMLO, esto será capitalizado por las fuerzas políticas contrarias a Morena al margen del conflicto de transición de nuestra entidad.

            LA PERCEPCIÓN DEL REGRESO DE AVA AL SENADO

Otro tema, fue la reinstalación del doctor Villarreal en el Senado de la República por escasos seis días. La percepción general, es que  AVA quiso dar notoriedad a la versión de que existe el intento de aprehenderlo, pese a la declaración del Gobernador García Cabeza de Vaca, quien precisó que no hay tales órdenes de detención al menos contra AVA, y las que existen para algunos morenistas de su círculo son antiguas, con fechas mucho atrás de que él fuera candidato. Ese es un tema conocido y se sabe que incluso algunos traen en su bolsillo el amparo correspondiente.

Finalmente, los 21 gobernantes de Morena se decidieron a firmar una carta de apoyo al doctor Américo Villarreal. Se tardaron mucho en reaccionar, porque si bien la impugnación inició el 17 de junio, hace tres meses 10 días, el clima de tensión se empezó a agudizar a partir de septiembre y el tema ya estaba en los medios de comunicación de proyección nacional. Tan sólo el día 5 de este mes se incorporó al Lic. Héctor Joel “El Calabazo” Villegas como estrategia de lo que se veía venir, y no nos explicamos porque la tardanza de los 20 gobernadores y la Jefa de Gobierno, los cuales seguramente actuaron por instrucción de la cúpula nacional de Morena y no por iniciativa propia.

Ese es el horizonte de la transición en Tamaulipas.