El dirigente estatal del Partido Acción Nacional, Luis Cantú Galván, quien viene enrachado desde el año anterior en el que fue electo como dirigente panista, quien relevó a Francisco Elizondo Salazar actualmente subsecretario de educación. Durante el arranque de sus actividades partidistas en la franja fronteriza, El Cachorro o Benjamín como lo apodan algunos de los nuevos panistas, en alusión a la herencia partidista que ha recibido y que se consuma con la “unción” como dirigente partidista.
Es uno de los dirigentes más jóvenes de Acción Nacional en Tamaulipas, además del dinamismo que lo caracteriza tiene un pegue peculiar con las generaciones jóvenes ya que se identifican con su perfil y sus expresiones.
El 2020 no solo es una oportunidad para Cantú Galván en aras de fortalecer la estructura partidista en la región tamaulipeca, sino también un gran reto y eso bien que lo sabe. Pues desde antes asumir su ciclo de dirigente, entendió que de su desempeño esta enfocado a la elección gubernamental del 2022.
Donde son amplias las expectativas de Acción Nacional para obtener resultados favorables, además partidos como el PRI se han doblegado ante los Vientos de Cambio, pues más que permanencia parecen únicamente busca transitar en la época panista. Así los principales dirigentes de organismos sindicales y gremiales renegaron del tricolor y decidieron vestirse de azul, desde la dirigencia priísta hasta los cuadros que se frotan las manos para convertirse en candidatos a la gubernatura.
En otro orden, a quien se le acaba el corrido este 2020, es a Rigoberto Guevara Vázquez mejor conocido en el mundo bajo del magisterio tamaulipeco como “La Rigoleta”. Es de los dirigentes magisteriales que más jodidos de cuotas económicas lo mismo que de poder, canongías y privilegios ha obtenido del cargo de secretario general de la Sección 30 del SNTE. Y no se debe a que como docente sean honesto, pues trinquetero es desde que inicio como docente en la Ciudad de Matamoros.
Llegó como arrimado a la sección 30 como secretario particular de Jorge Guadalupe López Tijerina en los albores de 1990, desde entonces era un fósil en el gremio magisterial, donde impuso cobró regalías a los profesores de la frontera que solicitaban su intervención, pero a ninguna maestra quiso ayudar sino solo a algunos maestros pudo favorecer.
A finales del año anterior -2019- casi se infarta cuando la secretaria de educación aplicó una severa auditoria a la maestra Cecilia Riestra, “amor eterno” del ex dirigente del SNTE Arnulfo Rodríguez Treviño, por acciones escandalosas de Riestra que prácticamente la dejó fuera de la renovación de la dirigencia sindical.
Los enterados aseguran que La Rigoleta evidenció que usa pantaletas y que los pantalones los lleva la Subsecretaria de Educación, Magdalena Moreno, porque sometió al lidercillo magisterial.
Política y económicamente Guevara está frito, pues les amarraron las manos al tumbarle a sus corredores de recursos horas, plazas administrativas y aviadores, algunos de los que promovió para puestos donde trinqueteaban recursos enfrentan procesos penales, civiles y mercantiles.
Ante las irregularidades de la pandilla del dirigente sindical, la secretaria encontró una salida razonable, justa y con un marcado sentido social y muchos de los planteles que entregan cuotas millonarias a Guevara Vázquez, la destinó a las tareas nobles que desempeña el Sistema DIF de Tamaulipas.
Los recomendados de Guevara que no enfrentan únicamente procesos por abuso de menores de edad enfrentan delitos tipificados como delitos contra la salud, otros agravantes están relacionados con irregularidades en la administración de los recursos que aportan padres de familia y alumnos de escuelas de educación básica.

El Cachorro y Benjamín toma la delantera
Cantú Galván, quien viene enrachado desde el año anterior en el que fue electo como dirigente panista, quien relevó a Francisco Elizondo Salazar actualmente subsecretario de educación