En el momento que el Congreso del Estado, sin exageraciones, estaba para soltar el llanto, regresó el orden.
Ayer, el gobernador electo,,Américo Villarreal Anaya, sostuvo una reunión con la bancada de MORENA en esa Cámara, que marcó desde ahora en forma temprana su estilo de gobierno, delineado por él mismo en público y en privado desde la campaña.
Si existe una frase para definirla, en la opinión de su servidor sería ésta:
Mano suave en el trato y firme en las decisiones.
Durante su diálogo con los legisladores del partido que comparten como casa política, el doctor una vez más dejó sobre la mesa que los manotazos sobre el escritorio y los actos de autoridad, a veces necesarios en el ejercicio del poder, pueden escucharse como la seda y sentirse como un apretón de tuercas. O de algo más.
El aviso no dejó lugar a interpretaciones: “Durante el próximo gobierno habrá un respeto irrestricto a la autonomía de poderes, pero que desde ahora la ciudadanía vea y sienta que el cambio verdadero ha llegado”.
El ‘desde ahora’ pegó en el clavo: Que entienda quien deba entender y el efecto fue inmediato. En la sesión de este jueves los diputados guindas hicieron gala de prudencia y serenidad en la reunión más tranquila que yo recuerde en ese recinto.
Bien por el doctor. Con respeto a la independencia del Poder Legislativo, sentó las bases de lo que reclama Tamaulipas: Menos autoritarismo y más consensos…
UNA HISTORIA PARA CONTARSE
Conocí a Rosy Rodríguez durante el gobierno de Américo Villarreal Guerra y la relación profesional se afianzó en el de Manuel Cavazos Lerma.
Era en ese entonces una grácil reportera que parecía capaz de colarse hasta en los sitios más complicados. No olvido una fotografía de ella en medio de los violentos maestros que dirigían el mayor movimiento magisterial de protesta registrado en Tamaulipas, precisamente en el mandato de Cavazos. Micrófono en mano, obtenía para Radio Tamaulipas información privilegiada que en alguna medida ayudaría posteriormente a entender y resolver el conflicto.
Es sólo una de las decenas y decenas de vivencias de Rosy –algunas casi trágicas– en esta profesión, que marcaron su nombre en esos terrenos y que hoy la ubican entre las mujeres periodistas más influyentes en Tamaulipas y en gran parte del noreste nacional.
Me congratulo de haber compartido con ella una labor institucional, como me complace ver que se reconoce su aportación a la comunicación social, al ser considerada como protagonista por Prensa Cimac en su publicación Aliadas, en su segmento Historias de Vida de Mujeres Periodistas.
Mi felicitación a tan valiente tamaulipeca. Va un saludo y mi respeto a distancia, así como al grupo femenino que la ha acompañado y enaltece con su labor mediática a nuestra patria chica…
FUTURO INQUIETANTE
El presente en ocasiones parece ser desde hoy, el futuro.
La reflexión nace del dictamen de la Suprema Corte de Estados Unidos, que declaró que es derecho fundamental de los ciudadanos de ese país, portar armas de fuego en público.
El fallo es considerado una decisión histórica, porque evitará que los estados restrinjan con leyes propias a las personas que quieran hacerlo. Ningún ordenamiento local podrá ir en contra de una decisión de nivel superior.
¿Por qué abordar un tema que parece importar sólo a los estadounidenses?
Por las situaciones paralelas que vivimos norteamericanos y mexicanos, que compartimos una de las etapas más violentas y trágicas de nuestra historia moderna. En distintos escenarios pero iguales en sus letales saldos.
En ese contexto es válido preguntarse si en nuestro país surgirá también una exigencia para presionar por una disposición de esa naturaleza, cuando el drama en México es mucho mayor: Cientos de muertes allá por más de 121 mil en nuestro territorio. No hay manera de comparar la brutal diferencia y la necesidad de la gente de protegerse a sí mismos y a sus familias ante la ineficacia de las fuerzas del orden nacionales.
No sé si alcanzaré a atestiguar un giro legal tan radical en México, pero desde ahora se percibe el riesgo. La cultura mexicana carece de madurez cívica para en el caso de los hombres usar un arma sólo en defensa de la vida y patrimonio y no como una forma de probar ser muy macho; así como en una mujer será difícil diferenciar un simple acoso de un ataque grave. Cuidado.
Y por desgracia, cada vez gana más adeptos el armarse para tratar de sobrevivir. Vienen tiempos más oscuros…