Es un grave atentado contra la democracia, la que cometieron el poder ejecutivo de Tamaulipas y el Congreso local, al dejar sin fondos suficientes al IETAM, porque abre la puerta al dinero sucio en las campañas y a una persecución contra los partidos infractores…. excepto el PAN, por ser el partido del gobierno.

Ese es el trasfondo de la maniobra de dejar casi en ceros el presupuesto 2018 del IETAM aprobado en el último día de sesiones del Congreso local, el 15 de diciembre de 2017. Ese día se cometió el atentado contra el voto en Tamaulipas.

Así opinaron expertos consultados por este columnista, incluidos ex diputados locales, ex presidentes de la junta de coordinación política, funcionarios del poder legislativo, contadores, coincidiendo en la necesidad de que tribuales federales intervengan para sancionar o amonestar a los responsables, para que no se repita esta agresión.

Identificaron como la fuente del problema al poder ejecutivo local, pues en su iniciativa de presupuesto de egresos 2018, redujo en más del 60 por ciento la petición de recursos que le entregó en tiempo y forma el IETAM, conforme al procedimiento institucional.

Pero el Congreso local incurrió en irresponsabilidad al no haber caído en la cuenta que se trata de un error deliberado que contraría la disposición constitucional, de proveer a los partidos políticos, el dinero suficiente para realizar sus actividades.

Dirigentes de los partidos afectados están exigiendo una solución a esta maquinación que los deja sin dinero, y el PRI en lo particular, anunció su decisión de obtener el amparo de la justicia federal contra el despojo.

El propio Instituto Nacional Electoral se ha pronunciado en contra de esta medida de la cámara de diputados de Tamaulipas, reservándose el derecho de emprender medidas legales para castigar el abuso de poder.

No se descarta así mismo, que el tribunal electoral del poder judicial de la federación atraiga el caso o lo pongan sobre su escritorio, porque se trata a todas luces de una arbitrariedad ilegal e inmoral, que no puede ignorarse.

El repudio generalizado se extiende sobre los diputados locales de partidos diferentes al PAN, especialmente los que ostentan el sello del PRI, pues ellos debieron haberse opuesto al atraco contra el IETAM, y están bajo sospecha de ser indolente, inútiles, ignorantes, o corruptos por haberse puesto una venda sobre los ojos a cambio de prebendas.

Especialmente Alejandro Etienne Llano, Rafael González Benavides y Carlos Morris Torre, los dos primeros por tener acumulada experiencia como magistrados presidentes del poder judicial, y los dos últimos, por haber sido jerarcas del partido tricolor.

Las consultas que hicimos entre los expertos señalan que nunca se había roto el procedimiento institucional de la aprobación de un paquete fiscal anual. El marco jurídico que rige este sistema no contempla cambios o rutas diferentes.

Carlos Alberto García González, pastor panista, y Alejandro Etienne Llano, coordinador de la raquítica bancada tricolor, ofrecen como salida a este problema, el suministro del dinero faltante, a cargo de una bolsa especial de la Secretaría estatal de Finanzas, conforme se vaya necesitando.

Es una salida falsa, equívoca, de relumbrón, porque siempre ha sido esa dependencia del poder ejecutivo, la que transfiere el dinero que cubre las necesidades del IETAM, conforme una calendarización de pagos.

El IETAM no maneja su propio presupuesto a pesar de que se trata de organismo público y autónomo. Le autorizan anualmente el gasto que dice necesitar para el siguiente año, pero el dinero proviene directamente de la tesorería estatal, conforme la lista de pagos a los beneficiados, que deban hacerse conforme a un listado aprobado previamente.

El quid de la cuestión no reside en que la tesorería estatal entregará el resto del presupuesto rasurado y aprobado en el Congreso local, porque siempre sale el recurso de allí, sino que los diputados omitieron fijar un tope o techo del financiamiento al IETAM, que en este caso, era pedido en un monto de 537 millones de pesos.

Chito y Etienne ofrecen una salida falsa, repetimos. Si no existe por escrito la obligación de darle al IETAM 537 millones de pesos en el curso del año, qué fuerza movería a Cabeza de Vaca a darle a los partidos el resto del dinero escamoteado, si tendrá la libertad de mover ese recurso a discreción, conforme a su gusto, capricho, privilegio y favoritos?

Mejor vayamos a otro caso de simulación, farsa, montaje, engaño. Dice el contralor gubernamental Mario Soria Landero, que tienen acumulados casos de corrupción cometidos por Egidio Torre Cantú, sus colaboradores y un montón de ex presidentes municipales, por cientos de miles de millones de pesos.

Pero que no es fácil armar los expedientes para acusarlos ante instancias judiciales, a pesar de que ha transcurrido más de un año de que emprendieron las investigaciones.

Ni un triste rollo sanitario han podido identificar como robado, por lo que no pueden imputar el delito a nadie de los que se fueron. No se ha preocupado este gobierno de los vientos del cambio, ni de inventar un chivo expiatorio, una perra flaca.

(No hablamos de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, donde pronto caerá el teatrito montado para fingir que aclararon en tiempo récord el asesinato de una mujer española).

Otro elemento que alimenta la certidumbre generalizada de que existe protección del gobierno estatal, panista, es que Egidio Torre Cantú no se ha preocupado por dar la cara, en territorio o mediante escritos, video-conferencias, abogados o voceros personales, para defender su inocencia.

Sabe que no necesita emplear tiempo y dinero en refutar las acusaciones que han hecho en su contra, en los medios de comunicación, el contralor, el auditor y otros actores de este gobierno, porque se trata sólo de un artificio, un ardid parecido a la fábula de que viene el lobo,

En temas políticos, arrecian las especulaciones en torno de los destapes, algunos descabellados como el que atribuye a Paloma Guillén Vicente haber amarrado una senaduría.

Está bien que hizo aprobar la ley de seguridad interior, pero es un favor que el gobierno no premiará con un escaño.

Edgar Melhem Salinas sabía que quedaría expuesto al fuego amigo al desenmarascarse, pero no lo esperaba de Alejandro Etienne, que hizo publicar que él es el favorito de Egidio Torre.

Baltazar Hinojosa Ochoa guarda prudente silencio, esperando que se acomoden las calabazas luego de la sacudida que Peña Nieto dio al Gabinete. Sabe lo que trae entre manos.

En cambio, Marco Antonio Bernal Gutiérrez está desaparecido del panorama, desde antes que su amigo Manlio Fabio Beltrones cargara en una carretilla, kilos de amparos de la justicia federal.

Felipe Solís Acero y Carlos Flores Rico son tamaulipecos que siguen con el sol en la frente en la Ciudad de México, pues el reynosense fue confirmado en Gobernación como enlace legislativo, y el de Ciudad Victoria es el nuevo enlace con entidades federativas.

Pero el nuevo Secretario de Gobernación Navarrete Prida mereció rechiflas por haber acomodado al frente del CISEN a Alberto Bazbaz, el Procurador del Estado de México que ganó triste celebridad con el caso de la niña Paulette.

En Matamoros, Tello Montes aventó el arpa en comunicación social del gobierno de Chuchín, pues ya no quiso seguir siendo el negro de la feria, por culpa de la demora en el cumplimiento de los contratos de publicidad.

Mundo Lozano hizo lo mismo hace meses, cuando se convenció que existe una grave irresponsabilidad en los manejos financieros del Ayuntamiento. La oficina de prensa quedará vacante, pues no encontrarán a un valiente que pague los platos rotos.

Por cierto, cumplió años la excelente periodista de Matamoros, Nora González.

Al cierre de la columna llegó el trascendido de que es voluntaria la no reelección de los presidentes municipales de Ciudad Victoria y de Tampico.

 

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