Aunque pareciera que las temáticas relacionadas con el medio ambiente, los desafíos, convertidos actualmente para la sociedad contemporánea, son de espontáneos y propios del primer cuatro del siglo 21. Sin embargo desde 1987 Brundtland desarrolló el concepto de desarrollo sostenible, desde entonces planeo la necesidad de un cambio social, de carácter ambiental pero sobre todo con un impacto directo en la economía de pueblos y naciones.
En ese sentido el pionero de esta idea, los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil asumen el desdoblamiento de las políticas ambientalistas, pero no todos los entes públicos y privados hicieron suya una disyuntiva planteada por Brundtland, relacionadas con la ética de la economía.
La inclusión de la ética en la economía demanda un cambio radical en las interpretaciones del desarrollo, el progreso y la competitividad, que dicen relación estrecha con las políticas de consumo en la sociedad.
Se advertía que el cambio únicamente sería una realidad como resultado de una revolución o nacimiento de valores en el contexto social. Que por lo mismo están más allá del individualismo materialista, propio y derivado de los modelos contemporáneos como el neoliberalismo económico, que influye lo mismo a los países en vías de desarrollo y desarrollados.
Y a la postre es obvio que el bienestar no estriba únicamente en consumir o tener más, sino en aprender a cohabitar con los recursos naturales de forma amigable. Que actualmente son un llamado a la sociedad que se manifiesta en los fenómenos climáticos.
De manera que nuestro ambiente humano y natural es un componente básico del bienestar, donde el núcleo es la calidad de vida, sin importar la edad o los ciclos de cada persona lo mismo al margen de la tendencias de los grupos sociales.
En este sentido, la naturaleza y el cuidado de esta es relevante para lo que pueda acontecer en lo que actualmente se ha optado por definir como cambio climático. Concepto con el que algunos investigadores y especialistas, están en desacuerdo.
Sin embargo, es necesario mejorar la calidad de vida y velar por la integridad de los sistemas que dan sustento lo mismo a la vida humana como no vegetal y por lo mismo a la vida animal.