Armando Zertuche Zuani es sin duda, un valioso activo de MORENA. Y quizás sería adecuado agregar al final de la frase: Aún.
¿Por qué añadir esa palabra?
Si me permiten, expongo mi percepción al respecto.
La llegada de Zertuche al liderazgo de la bancada de ese partido en el Congreso de Tamaulipas, abrió las puertas a un posible escenario con amplias perspectivas de diálogo y búsqueda de consensos entre la natural divergencia, usual en la política y sobre todo entre partidos mayoritarios que se disputan el control del Poder Legislativo.
Ese perfil fue la regla del reynosense en los primeros días de su encomienda, pero casi desde el arranque de la misma las circunstancias no le fueron ni le son favorables para mantenerlo.
Hoy, el titular de la Junta de Coordinación Política está atrapado en una encrucijada: Servirle a rajatabla al partido que lo llevó a esa posición o tratar de mantener un equilibrio, aunque sea frágil, en las relaciones morenistas con la oposición.
Camina Armando en el filo de una navaja en donde un mal paso bastará para caer en el radicalismo que leexigen algunos de sus compañeros de fracción o en algo impensable para él: Que por privilegiar un acuerdo lo califiquen de entreguista. Los dos extremos son indeseables.
En la opinión de quien escribe, la única opción para morenistas y panistas es respetar el Estado de Derecho.
Ciertamente es válido interpretar la ley y tratar de ser favorecido por ella, pero no sucede lo mismo con intentar distorsionarla, como pretenden los extremistas que acosan a Zertuche para que un día y otro también, ponga más leña en un fuego que podría impactar al Estado en su gobernabilidad. Igualmente aplica para los repudiables intentos de los panistas de imponer una autoridad que no se resignan a perder y han dado un portazo a una negociación.
Y aquí es donde entra el “aún” sobre el valor que posee Zertuche para Regeneración Nacional en Tamaulipas..
Ha llegado a niveles tan inquietantes la pugna entre diputados de MORENA y del PAN por el control de esa Cámara, que los enemigos encubiertos de Zertuche dentro de su mismo partido han dejado correr la especie de que éste podría ser removido de la dirigencia de la JUCOPO.
¡Qué grave error sería eso!
Poner el mando de esa Junta en las manos de incendiarios tendría consecuencias fácilmente imaginables. El divorcio salvaje entre las fracciones que quieren ser hegemónicas, que ya está dañando la marcha de ese cuerpo colegiado, alcanzará sin remedio a la vida política del Estado, en un juego de vencidas en donde un día está vigente una ley y se anula al siguiente, o viceversa, un día se deroga un ordenamiento y al otro surge un veto para mantenerlo.
¿Cuánto aguantará el Estado sin sufrir un grave retroceso en proyectos, programas, acciones, obras y otros renglones vitales?
Cuidado, están jugando con fuego en el Congreso Local, al colocar ambos bandos como prioridad intereses partidistas o individuales en lugar de su labor, que es precisamente lo contrario: Favorecer el orden y el desarrollo.
Dejo sobre la mesa dos buenos deseos:
El primero: Ojalá que esa lucha partidista –que no tiene nada de legislativa– no aparte del Estado de Derecho y de la Constitución a sus protagonistas. Se puede sobrevivir con leyes injustas, pero es imposible vivir sin leyes.
El segundo: Ojalá que se mantenga Armando Zertuche en el mando morenista de esa Tribuna. Dejar las riendas del Congreso a fanáticos que con subirse a un ladrillo se embriagan de poder, sería consolidar el reinado de una etapa mucho más oscurantista para el Estado.
Ojalá reine la cordura en ambos bandos. Y por supuesto, la razón…
LA FRASE DEL DÍA
“El diálogo es, sin duda, el instrumento válido para todo acuerdo pero en él hay una regla de oro que no se puede conculcar: no se debe pedir ni se puede ofrecer lo que no se puede entregar porque, en esa entrega, se juega la propia existencia de los interlocutores…”
Adolfo Suárez
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