Cualidad que nos provoca que en nuestros órganos internos sintamos un estremecimiento cuando a nuestra vista se produce un cuadro que para nadie es grato inhumano.
Recientemente por la mañana fuimos a varios mandados mi niñita Gaby y yo, ella conducía el carro.
Abuelita me dijo, “voy a pasar por la credencial del INE, no me tardo”.
El recinto sentaba abarrotado y continuaban llegando las personas.
Dentro del automóvil sobre dos escalones para entrar al lugar y vi de pie a un hombre de bastante edad unos momentos, enseguida se sentó sobre unjo de los escalones, enseguida veo, entre el automóvil un cuadro impactante, el anciano comienza a morder uno de los muros con el fin de poner algo del muro en sus vacíos intestinos.
Las personas continuaban llegando, entraban, salían y nadie reparaba en el anciano.
El no extendía su mano, solicita un poco de piedad a su drama. Cada quien en su asunto.
Sale mi nieta y le comento, saca la muchacha un billete de 20 pesos, yo portaba otro, se los entrega al anciano y del tal impactante cuadro, surge mi interrogante ¡En dónde ha quedado la solidaridad, la humanidad ante la desvalidad de un ser humano, estamos tan llenos de pendientes que nos hemos llenado de egoísmo y solo en mente lo propio.
Ésto es todo por hoy, te regalo algo para meditar. Un pendiente más.
Hasta la próxima.