“Velad, pues, orando en todo tiempo, a fin de merecer el evitar todos estos males venideros, y comparecer con confianza ante el Hijo del hombre”

Y tú, ¿qué quieres recordar en estas fechas? ¿Por qué corres apresurado a buscar lo que piensas te ha hecho feliz por tanto tiempo, pero sólo te tiene atado a tus recuerdos? ¿No es acaso este tiempo propicio para despertar, para abrir bien los ojos y darte cuenta de lo que es en realidad la vida? Si algo tenemos que celebrar próximamente es el Nacimiento de nuestro salvador, y que bueno que busquemos el calor del hogar, para recibirlo en nuestros corazones, para entender lo que es la familia. ¿Que este año hemos sido castigados duramente y que necesitamos distraernos después de tanto estrés, tanto miedo y tantas tristezas? ¿Qué hemos aprendido realmente de este tiempo? ¿Que somos más vulnerables de lo que pensamos? ¿Que de nada nos sirve el presumir fuerza, poder, o solvencia económica? ¿Que no importa cuánto conocimiento hayamos atesorado? La calamidad nos afectó a todos por igual, llevándonos a un extremo que nos da la oportunidad de reflexionar sobre todo lo que hemos estado haciendo mal, la oportunidad de corregir nuestros errores, de enmendar el rumbo de nuestras vidas, de vivir en paz y en armonía con nuestro prójimo y con la naturaleza.

El Señor nos llama para ir al encuentro de la luz en tanta oscuridad creada por el mal, recobremos nuestra fe, reconozcámonos pecadores y mostremos sincero arrepentimiento, seamos humildes y recobremos nuestra alianza con Dios, esto que experimentamos no es el fin, es sólo un llamado enérgico a nuestra conciencia para obrar bien, para hacer del amor nuestra forma de vida, para velar por los bienes del cielo, así trascender y lograr la vida eterna.
Señor, tuyo es el poder y la gloria, ten misericordia de todos nosotros y sálvanos.

Dios fortalezca nuestra fe, y nos guie por el camino de la verdad y de la vida y sea por siempre nuestra esperanza el seguir contando con Jesucristo, vencedor de la muerte y del mundo.

Dios bendiga a nuestra familia, la aleje de todo mal y llene nuestro corazón con su amor. Dios bendiga todos nuestro Domingos Familiares.

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