¿Acaso necesito pensar tanto para llegar a Ti? Hasta ahora no he encontrado las palabras precisas para llegar al corazón de mi prójimo, pero ¿Por qué necesito hacer eso? Tal vez he seguido la ruta equivocada, porque al que busco es a Ti y Tú estás siempre conmigo.
Sí, hablar contigo es mi necesidad y la comparto, y para eso me bastaría cerrar los ojos y a través de una sentida oración invocar tu sagrado nombre para sentirme cerca de Ti, o tal vez sólo me baste guardar silencio y meditar hasta que mi cuerpo libere mi espíritu para establecer la divina comunicación tan necesaria en momentos como estos.
Lo más preocupante de todo, es el hecho de que en un momento determinado mi mente se quede en blanco, precisamente cuando tengo que establecer la comunicación, entonces surge la duda ¿Realmente se necesita un espacio y un tiempo muy especial para que no se tenga la necesidad de pensar lo que necesito llegue hasta mí para poder iniciar un diálogo tan personal, tan íntimo, que pueda abstraerse de todo cuanto te rodea, ahora comprendo por qué tus elegidos necesitaban separarse de todo, incluso, de sí mismos para ir a tu encuentro, porque el estar contigo no permite ningún tipo de distracción, es un momento de divina entrega y de fusión espiritual.
¿Cuántas personas en estos momentos te estarán buscando en realidad? ¿Cuántas pensarán que no es necesario ir en tu búsqueda, porque piensan que estás con ellos? ¿Cuántos estarán esperando que abran los templos para ir a Ti? ¿Cuántos más, ni siquiera pensarán en Ti como una opción, para ayudarnos a salir de esta pandemia? Quiero pensar que todos los que te amamos, a pesar de nuestro ensimismamiento, nuestro egoísmo, nuestro exceso de confianza o nuestra ignorancia, estamos totalmente confiados en que Tú pondrás fin a toda esta contingencia y nos conducirás por buen camino.
Señor no permitas que nada me distraiga, me desanime o me haga renunciar a lo que interpreto como misión.
Dios bendiga a nuestra familia, Y bendiga todos nuestros Domingos Familiares.
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