Una de las asignaturas pendientes del ser humano, sin duda alguna, aunque con honrosas excepciones, es, sin duda alguna, la atención a personas con discapacidad en todos sentidos, y en el ámbito sanitario se presenta también este fenómeno que amenaza, si no se atiende a la brevedad posible, en un grave problema social.

Y la urgencia en su atención tiene que ver mucho con la actitud y voluntad de quienes prestan sus servicios, en todos los niveles, en instituciones médicas del país.

Este miércoles arrancó el X Encuentro Nacional de directivos de Trabajo Social y la V Jornada de Trabajo Social, bajo la tutela del Hospital Regional de Alta Especialidad Victoria, la Secretaría de Salud en Tamaulipas, la Universidad Autónoma de Tamaulipas y los Institutos Nacionales de Salud, en acontecimiento científico que tiene lugar en conocido hotel de la localidad, y a donde acuden trabajadores sociales del país.

Uno de los temas de interés ha tenido que ver con la discapacidad y los derechos del Paciente que presenta esta condición.

Se dijo que según estudios, las afecciones son, en discapacidad para caminar, del 57.5 por ciento; para ver, del 32.5 por ciento, oír, del 16.5 por ciento, hablar o comunicarse, 8.6 por ciento, y discapacidad mental, el 8.1mpor ciento, de forma tal que se requiere mucha atención a este sector vulnerable de la población.

Somos muchos los mexicanos que tenemos al menos una discapacidad y requerimos atención especial; no es fácil no ver bien, no caminar bien, y encontrar con que hay muchas barreras para desempeñar nuestro trabajo.

Quien es una persona con discapacidad lo sabe, y quien no ha vivido estas cosas, podría pensar que son exageraciones. Es por ello que se requieren acciones inmediatas en ese sentido, según escuchamos de parte de expertos en trabajo social y otros profesionistas que acuden al evento académico del HRAEV, y la verdad, consideramos que de repente y no hacemos caso necesario a estos requerimientos ciudadanos.

Vemos, por ejemplo, rampas con una pendiente muy elevada que, si vamos caminando, no es pesada, pero en una silla de ruedas se convierte en una verdadera pesadilla.

También, encontramos con que hay presentaciones de clase con una excesiva luz que lastima a quienes somos discapacitados visuales, y entonces se convierten en un verdadero martirio.

Quien no escucha sabe lo peligroso que es el tráfico sin escucha ni señales adecuadas, y así, podemos ver muchas formas que nos afectan.

La verdad, no estamos preparados para pensar como discapacitados, y las respuestas que hemos dado a la población son medianas: pensando en ellos para solucionar un problema, pero sin ponernos en los pies de ellos, porque todo lo hacemos según conveniencia nuestra, pensando que es correcto lo que tenemos, pero que no hemos procurado siquiera dar una opinión de esta importante sección poblacional.

Somos nosotros quienes debemos encontrar la solución para estas situaciones que hay que enfrentar; hay que aprender a respetar a esta gente con discapacidad y entender sus problemas cotidianos, tratando de hacerles la vida más llevadera.

Y el evento del HRAEV es una muestra de lo mucho que podemos hacer si conjuntamos esfuerzos, y ponemos nuestro talento y recursos a favor de los que realmente lo necesitan.

Es tiempo, pues, de pensar en este sector de la población, pero llevar el pensamiento a la práctica tangible, con acciones que tengan repercusión inmediata y duradera en el desarrollo de ellos, quienes nos necesitan mucho más que otros. Reconocer en quienes organizan estos eventos es menester: la maestra Blanca Guadalupe Cid de León Bujanos, y un importantísimo equipo de trabajo que encabeza el doctor Julián Alejandro Caraveo Real son los responsables de tan destacadas acciones.

 

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