La influencia de las organizaciones criminales en México se inicia hace un siglo a través del casino, Ojo Caliente, en Tijuana. Desde entonces se profundiza y crece bajo la complacencia del gobierno y de organizaciones que se prestan para el lavado de dinero y la inversión ya legal. “Poderoso caballero, es don Dinero”, no olvidar esta premisa básica en la vida.
Las organizaciones criminales identifican regiones del país en abandono social, de exclusión, sin esperanza, sin oportunidad y se dedican a sembrar, cosechar, producir mercancía, seguridad, y luego a través de plata y plomo, controlan otras esferas del país, controlan regiones de consumo y lavan su dinero y para asegurar su poder, se mezclaron con la política, con gobernantes a grado tal que tenemos crimen organizado público y privado, mezclado.
Alrededor de dos tercios de los ingresos totales se realizan al final de la cadena, por la venta al por menor en los países de consumo. Mayoristas y narcotraficantes que llevan drogas por los países de tránsito representan 25% de los ingresos, 1% del total llega a los cultivadores. La ONU señala que las ventas minoristas llegan a $320 mil millones de dólares. En los países latinoamericanos el ingreso anual es de $150 mil millones. Norteamérica representa una proporción predominante por precios elevados y prevalencia mayor. Las ventas al por menor en Estados Unidos suman $34 mil millones, de un mercado mundial de $85 mil millones.
Las organizaciones de narcotraficantes mexicanos controlan la mayor parte del contrabando internacional y la venta de drogas al por mayor en Estados Unidos, y adquieren más cocaína de Sudamérica. El encarecimiento en el mercado de drogas ilícitas es superior que para bienes legales. En el caso de sustancias de origen vegetal, el encarecimiento se acotaría si las sustancias fueron producidas, trasportadas y distribuidas como otros bienes comerciales. Los decomisos de sustancias tienen lugar en un punto de la cadena de la oferta en el que el valor de las drogas es bajo, en el punto de origen o cerca, sería preferible decomisarla al final de la cadena, cuando el valor de las drogas se encuentra al más alto nivel.
El lavado de activos involucra actores económicos legales en actividades ilegales, generando un área gris de actores legales, en acciones ilegales. Al inicio, el dinero en efectivo era contrabandeado de Estados Unidos a México, luego una porción era enviada a Colombia, incluido transferencia de efectivo en grandes cantidades. Ahora los recursos financieros se transfieren de Estados Unidos a los países fuente. Al imponer los países controles en su sistema financiero para vigilar las transacciones en efectivo, el contrabando de dinero se usa para distribuir ingresos a lo largo de la cadena de producción, lo que se comprueba por el aumento de los decomisos de dinero en efectivo en los puertos y aeropuertos.
Se estima que las ganancias relacionadas con las drogas disponibles para el lavado de activos a través del sistema financiero ascienden al 1% del PIB mundial. La mitad de las ganancias son blanqueadas dentro de la jurisdicción donde se generan ingresando al sector bancario o de bienes inmuebles, o en otros tipos de inversiones. La minería es fuente del crecimiento económico en la región andina y sector para lavar dinero. También convierten el oro en joyería, la cual puede se transporta con mayor facilidad que el dinero en efectivo.
Dinero ensangrentado
La influencia de las organizaciones criminales en México se inicia hace un siglo a través del casino, Ojo Caliente, en Tijuana