En estos días de excesivo frío, cuando los termómetros llegan a cero y bajan aún más, es menester recordar algunas recomendaciones médicas para quienes hemos sido diagnosticados con diabetes mellitus en alguna etapa de nuestra vida, y que como todos, padecemos frío, nos antojamos de muchas cosas y vivimos el día a día que la cuesta de enero nos permite.

Es común, y en Victoria se torna tradicional, que apenas saliendo la primera nube corremos por la tablilla de chocolate y pan de dulce para media tarde, y entonces, tomar la tacita de chocolate bien caliente con “panecito” de dulce; inolvidable recordar a los abuelos cuando salían a la calle con su tacita y platicaban con los vecinos.

Pero las cosas cambian y tenemos que adaptarnos a la realidad que vivimos, y en las condiciones que estamos actualmente.

Aunque haga mucho frío, los alimentos ricos en carbohidratos siguen siéndolo, y claro que es aceptable reconocer que el organismo requiere de más gasto calórico, pero debemos que tener mucho cuidado en el sentido de manejar alimentos, cifras y actividad en forma tal qe nos permita mantener niveles aceptables de glucosa.

Recordemos: nivel óptimo: 70-110 ml/dl y no hay más que aceptarlo. No es congruente decir que el doctor nos permite, como diabéticos, andar en 150 mg o porque hace frío podemos andar altos de niveles.

Los daños comienzan a presentarse en el organismo cuando abusamos de él, y una hiperglicemia o subida de niveles de azúcar en la sangre es mala por donde se le vea.

Y aquí la taza de chocolate puede convertirse en un delicioso té, porque si bien es cierto que el chocolate nos aliviana mucho, haga el ejercicio: chéquese sus niveles de glucosa antes y veinte minutos después de haber terminado su chocolatito, y verá los resultados que obtiene para su organismo, y el problema o beneficio es y será únicamente para usted, para su organismo, su sistema que pudiera ser afectado.

Nadie padeceremos lo que otros hacen: cada quien es el dueño, director y arquitecto de su propio destino y organismo.

En ese sentido, el doctor Alejandro García Barrientos, subdirector de prevención y protección a la salud de la Secretaría de Salud en Tamaulipas reitera que en las unidades médicas existen módulos de orientación para pacientes con diabetes, y que es bueno, si se tienen dudas, acudir con los que saben para que nos despejen esas inquietudes.

Pero no le de vueltas a la taza y la cuchara, y hagamos lo que tenemos que hacer.

Ahora bien, si el clima lo permite, camine un poco, que la quema de calorías por motivos de actividad física resulta mucho muy conveniente, y eso es realmente magnífico y repercute positivamente en nuestro cuerpo.

La verdad es que no es difícil controlar los niveles de azúcar en sangre, pero nos gana el antojo –confesión manifiesta- y es donde tenemos que voltear a ver a los nuestros y pensar en qué harían si faltáramos ahora a ellos que aún requieren de nuestra presencia.

No podemos convertirnos en carga para ellos, sino por el contrario, que ellos vuelen lejos y sean independientes, pero parar ello, requerimos apoyarlos, y si no estamos bien de salud, difícilmente lo podremos hacer.

Así que, como dice el doctor García Barrientos: hay que acercarse a los que saben, para que nos ayuden a conservar nuestra salud, porque esa tarea no es de la autoridad, sino de cada uno de los que nos involucramos en ella, y si no tenemos la voluntad para participar activamente, difícilmente tendremos el resultado que esperamos.

Entonces, en resumen: deje el chocolatito y el pan de dulce, y convierta ese antojo en un método para cuidar su diabetes.

 

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