Aquellos años en que la mujer comenzaba a despertar para tomar su lugar en la historia en forma generalizada, se pierden en la década de los setentas del siglo pasado, en aquellas oficinas de la delegación Benito Juárez, donde Magda Guzmán, activista y socióloga era mal vista por algunos machistas que consideraban que las acciones de ella eran de “una loca” con afán de ser tomada en cuenta.

A casi medio siglo de distancia, la lucha por la equidad de género ha avanzado… y se ha desvirtuado en muchas situaciones que, lejos de ayudar, perjudican la convivencia entre ellos y ellas, y han propiciado una absurda lucha de género en la que ellos o ellas quieren salir victoriosos, sin entender que no podemos, unos o unas ser artífices de todas las acciones de determinado campo de al vida en general.

Hay actividades para las que la mujer es mucho mejor, sin que quiera decir que el varón no puede hacerlo, pero, sinceramente, las habilidades que la madre naturaleza ha prodigado a ambos sexos no son iguales.

Mire, es muy natural escuchar que una dama hace dos o tres cosas a la vez, y nosotros, los varones nos bloqueamos con dos cosas: nuestro cerebro se atrofia o inhibe, pero nos hacemos bolas, en pocas palabras, y ellas tienen en su instinto una mayor y mejor capacidad de organización.

Aunque hay mujeres muy fuertes, la generalidad de ellas son más débiles que un varón de la misma estatura y peso corporal, y es por la conformación del cuerpo humano y no porque Dios ya ha pensado en forma machista o feminista.

No tendríamos por qué sentirnos mal cuando alguien del sexo opuesto tiene mayores habilidades: deberíamos sentirnos mal cuando no aprovechamos esas habilidades para crecer como sociedad.

Dicen que la mujer es más honrada en la política, y ya ve el caso de Rosario Robles que salió toda una fichita nacional, y otras más que están acusadísimas de corrupción y otros delitos, como la inolvidable Elba Esther Gordillo, prueba irrefutable de la corrupción, malversación, tráfico de influencia sy lo peor que puede haber en un sector social.

O los Duarte, los Moreira y más que han salido “buenos” para los trinquetes y fraudes. ¿Quién es más corrupto, hombre o mujer?

En ambos sexos hay gente muy sucia, muy limpia, muy corrupta y muy honorable: no es cuestión de sexo, sino de actitud y educación, o así lo vemos nosotros.

Y esos que menosprecian a la mujer, como ha sido el caso de Blanca Salazar, a quien Tamaulipas sigue desdeñando y perdiendo a quien puede hacer mucho por Jaumave, hay otras damas que realmente dan pena… Curioso es que en una familia de un político (bueno, hay que llamarle de alguna manera) las tres hijas salieran buenas para la política, y todas con cargos; los Salazar de Matamoros salieron bravos para las nóminas y el tráfico de influencias, y con tres mujeres con un cacique al frente.

Lo anterior nos demuestra la falta de probidad que puede haber -y hay- en ambos sexos, y la forma en que puede convertirse una actividad de servicio en negocio sucio y familiar. Casos de éstos los hay en Tamaulipas por montones. Y no solo entre nosotros, sino en todo el país.

Quienes piensan que debe haber equidad de oportunidades y más, deben motivar a sus similares a participar: no se puede hablar de falta de equidad cuando participan mujeres en proporción 1 por cada 20 varones en la política. No podría hablarse de equidad en esos términos.

Y es el momento de reconocer toda la valía de ellas, y hacer votos porque se integren en forma igual y equitativa con nosotros, para mejorar una sociedad que urge a sus hijos a actuar de manera distinta.

Que es lo que urge a la nación, ávida de honorables en la política y dejar a un lado saqueadores de ambos sexos, pues.

 

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