Como era nuestra esperanza y así se los hicimos saber a todos afortunadamente no sucedió nada terrible, los Juegos Olímpicos tuvieron una gran inauguración y en estos momentos estamos disfrutando de varias competencias que como siempre en estos casos resultan inolvidables.
Hasta ahora hemos visto la gran calidad que es normal y de esperarse en un acontecimiento deportivo como son los Juegos Olímpicos cada cuatro años en diversas partes del mundo. Hemos visto y nos han traído una emoción poco común encuentros de futbol, tiro al arco, gimnasia, Water Polo, softbol y otros deportes que han dado al público (por televisión) que disfrutado de las emociones que esperaba y que generalmente algo común en estos tradicionales encuentros en las cumbres más altas de cada disciplina.
Como dicho todos estábamos temerosos de que sucediera “algo”, pero no, todos los elementos que dan forma a estos juegos, como el Comité Olímpico Internacional, los comités nacionales, el Gobierno de Japón y desde luego todos aquellos que llegaron a Tokio en busca de una o varias medallas para sus respectivos países, los soportaron todo dentro de la espera y finalmente esto es un hecho como lo estamos viendo.
El Consejo Mundial de Boxeo está sumamente complacido con lo que ha sucedido y desde estas páginas enviamos nuestra más sincera y entusiasta felicitación a todos ellos. Obviamente unos ganarán, subirán al pódium respectivo y otros abran de esperar por una nueva oportunidad, pero nadie podrá quitarles las satisfacción de haber puesto en juego sus cualidades deportivas en la línea más alta que existe en el medio de este tipo de competencias.
Tenemos por allá a tres mexicanos dos damas y un varón que subirán al cuadrilátero a representarnos en boxeo y desde luego está presente la garantía de que ellos se entregarán por la causa como siempre lo hacen hombres y mujeres amateurs y profesionales como lo hemos visto muchas veces a través de nuestra historia.
No les estamos exigiendo que traigan medallas, pero si tenemos una enorme esperanza en que lo hagan como sucedió en el pasado cuando en diversos juegos pugilistas mexicanos alcanzaron preseas de todos los metales. Tenemos dos de oro, dos de plata y el resto de bronce.
Por lo pronto y anticipadamente va nuestra felicitación y nuestro agradecimiento a todos los que se encuentran en la capital japonesa representándonos, y sabemos que ellos lo harán muy bien, tratase de la disciplina que se trate porque conocemos como es corazón, la valentía de los mexicanos.
Por su puesto, como ya lo hicimos ver líneas arriba, en estas felicitaciones en estas esperanzas en todo aquella que rodea algo como lo que nos ocupa están incluidos los directivos, los gobiernos y nuestros aficionados, pues todos lo han hecho bien.
¿Sabías qué?
El único medallista olímpico dentro del boxeo que cuando invadió el profesionalismo conquistó un campeonato mundial, fue Alfonso Zamora uno de los más grandes noqueadores de todos los tiempos. Este campeón ganó medalla de plata en la final de peso gallo en los juegos efectuados en Munich, Alemania, dentro de aquel inolvidable 1972. Esto lo hizo frente al cubano Orlando Martínez, quien terminó vencedor por la vía de los puntos. En el boxeo de paga, Alfonso fue hasta Corea del Sur para conquistar el título mundial de peso gallo.
Anécdota de hoy:
Volando por el tiempo llegamos hasta 1968 cuando nuestra querida capital mexicana fue el escenario de los Juegos Olímpicos. Ahí muy relacionado con el boxeo fue mi papá uno de los más emocionados, satisfechos y entusiasmados aficionados que aplaudieron hasta límites imaginables la hazaña del veracruzano Felipe “Tibio” Muñoz quien una soberbia actuación subió al pódium para recibir medalla de oro, la única de ese metal en natación, recuerdo bien a Don José que con el paso de los días no podía ocultar la satisfacción que la actuación del “Tibio” le había proporcionado y que dejo en su mente una huella indeleble. Posteriormente ellos se convirtieron en grandes amigos.