El desarrollo y crecimiento desigual de los países, y al interior de ellos, ha colocado al análisis de sus causas como un asunto prioritario tanto en la agenda pública como en la de los gobiernos. Es claro y existe  consenso respecto a que la desigualdad surge de condiciones historicas y sociales. Estos aspectos subrayan la importancia de la existencia de las Entidades Fiscalizadoras Superioras, como la ASF, quienes a través del control externo cuidan que los recursos públicos sean ejercidos con base en las normas que los rigen, de preferencia con enfoques preventivos, en nuestro caso, con fuerte presencia y comunicación con los titulares de los tres ordenes de gobierno y con  capacitacion continua. La ppolitica social es fundamental, , pero hay que refrozarla permanentemente. Se requieren politica de territorio, no de escritorio.

Las causas de la desigualdad son estructurales, sus casas son vastas, al respecto, el libro “Dependencia y Desarrollo en América Latina” de Henrique Cardoso y Enzo Faletto presentó la tesis  de que es una condición inherente e intrínseca otorgada a la región en la dinámica de la economía global.

De tal suerte, los países con actividades de alto valor agregado, ya sea por el conocimiento técnico que implica o la etapa de las cadenas productivas de alto valor, se encuentran en una posición privilegiada que difícilmente podrán alcanzar rápidamente aquellos países con tenencia de procesos de bajo valor agregado en la economía global o actividades primarias.

Esta dinámica de la desigualdad no parece tan lejana cuando se analiza la desigualdad económica al interior de los países, siendo replicada en el comportamiento de las economías nacionales.  en un pais federal, dentro de cada orden de gobierno.

Los entornos urbanos, casi siempre mejor comunicados entre sí y con actividades de más alto valor agregado que los rurales producen –en términos nominales y estrictamente económicos– una mayor riqueza.

Si se observa que una parte importante de la población mundial reside en zonas rurales, y que estos espacios tienen un “papel central” para asegurar la soberanía alimentaria, así como para el desarrollo en general. A pesar de esto, la población rural se enfrenta a problemas complejos como: el cambio climático, la inseguridad alimentaria, y la falta de acceso a servicios como conectividad, educación, atención a salud y servicios básicos, como el agua.

En este contexto, el pasado junio de 2025, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 6 de julio como el Día Mundial del Desarrollo Rural. Se trata de un recordatorio y la puesta en marcha de una agenda de atención pública para resolver la brecha de desigualdad ensanchada entre lo rural y lo urbano. Al final de cuentas, los entornos rurales albergan a una proporción mayor de la población mundial y es inadmisible que el 80% de las personas más pobres del mundo (por carencia en ingresos, aunque se relaciona con otras carencias sociales) viven en zonas rurales en las que el ingreso resulta insuficiente para cubrir las necesidades básicas.

Las poblaciones rurales se enfrentan a un mundo de por sí desigual, que reproduce y maximiza las desigualdades al interior de sus países. Eso pasa, aunque el 80% de los alimentos del mundo son producidos en explotaciones agrícolas familiares, según datos de la FAO. A pesar de eso, la mitad de la población rural en el mundo carece de cobertura sanitaria, frente al 22% en zonas urbanas.

Por ello, es prioritario que el gasto pubico, , sea  evaluado por su impacto para garantizar la eficiencia, el aprovechamiento para enfrentar el gran desafío del combate a la pobreza. Asi como  a la disponibilidad del agua, a la educacion, y el apoyo de recursos a la poblacion con menores ingresos.

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