El cambio climático desafía un estilo de desarrollo no sostenible que erosiona el dinamismo económico. Es un fenómeno de largo plazo cuyos efectos serán más intensos en la segunda mitad del siglo XXI, por lo que es vital iniciar su solución. La emisión de dióxido de carbono (CO2) es 6 toneladas por año per cápita. Estabilizar el clima en un aumento no superior a 2° C en 2050, implica reducir la emisión a 2 toneladas, asimetría en Latinoamérica que genera menos del 10% del total, pero vulnerable a su impacto. La emisión aumenta por evolución del ingreso y consumo de energía por transporte, en particular urbano, doble inequidad pues estratos económicos de ingreso más alto son responsables de la mayor parte de la emisión; y los estratos bajos que generan menos son vulnerables a su efecto.
El aumento del ingreso, aumenta consumo de combustible. Latinoamérica aporta 25% hidroeléctrico mundial, potencial eólico y energía geotérmica. 80% de la población habita en zona urbana, alberga 4 mega ciudades de más de 10 millones de habitantes, lo que exige transporte, servicios públicos, insumos y productos y exige recursos naturales. El cambio climático modifica patrones de precipitación, humedad del suelo y la escorrentía, y acelera el derretimiento de los glaciares. Lo anterior incide en la disponibilidad de agua para consumo humano y actividades económicas, agricultura e industria.
Latinoamérica, el 11% de superficie terrestre, alberga 9% de población del mundo. Su riqueza natural está en continuo deterioro por una interacción de factores. Dada la alta sensibilidad de los ecosistemas y especies a los cambios en la temperatura, precipitaciones y concentración de dióxido de carbono, durante los últimos 15 años perdió 96 millones de hectáreas de bosques.
En México, de 1990 a 2015 el consumo de energía aumentó 74%. El 85% del consumo dependió de petróleo y gas natural. El transporte exigió la demanda de energía, 44%, industria 32%, residencial 18%, comercio-servicios, y agro, 3%. En Latinoamérica somos líder en acciones y programas de uso eficiente de energía, y los indicadores demuestran que la eficiencia energética evoluciona en todos los sectores que integran el consumo nacional de energía.
Concluyó la Paralimpiada Nacional 2018, que se desarrolló en Colima, que reunió más de 500 atletas para demostrar el talento que poseen. Los tamaulipecos lograron 35 medallas; 16 de oro, 11 de plata y 8 de bronce en las disciplinas de 100 y 200 metros planos, impulso de bala, lanzamiento de jabalina, lanzamiento de disco y relevos 4×100.
Tamaulipas participó con una delegación de 100 atletas, entrenadores y auxiliares. 21 tamaulipecos subieron al pódium. En la tabla de eficiencia la delegación estatal logró 54% El objetivo principal del Instituto del Deporte de Tamaulipas en conjunto con DIF Tamaulipas, es generar en los atletas especiales la confianza en ellos mismos y mejorar su calidad de vida.
Desafíos
El cambio climático desafía un estilo de desarrollo no sostenible que erosiona el dinamismo económico. Es un fenómeno de largo…