Recesión es decrecimiento de la actividad económica durante un periodo de tiempo. Se considera que existe recesión cuando la tasa de variación anual del PIB es negativa durante dos trimestres consecutivos. Es la fase del ciclo económico en la que la actividad económica se reduce, disminuyen consumo e inversión y aumenta el desempleo. Si el crecimiento negativo continuase se trataría de una recesión económica más alargada en el tiempo. Si el crecimiento negativo se produjese un trimestre no podríamos considerar ese decrecimiento como recesión.
La recesión se caracteriza por empeoramiento de la economía por dos trimestres consecutivos. Conlleva disminución del consumo, inversión y producción de bienes y servicios, lo cual provoca a su vez, que se despidan trabajadores y aumente el desempleo. Es común que la inflación baje en recesión debido a la caída del consumo. En ocasiones puede producirse deflación, la cual es peligrosa si entra en espiral. Cuando por el contrario, durante una recesión se produce alta inflación, se conoce como estanflación, que produce el empobrecimiento de la población y dificulta salir de la recesión y que los gobiernos y bancos centrales adopten medidas efectivas para corregir la situación. Los años anteriores a recesión son de bonanza. Como refleja la teoría de los ciclos económicos, la economía se compone de fases, en las que primero la economía crece y luego decrece. La recesión es la fase en que la economía decrece.
Una de las principales causas de la recesión es la superproducción acontecida los años anteriores cuando hay crecimiento económico y el aumento de los precios. El aumento de precios se da en materias primas, índices bursátiles y viviendas. Este aumento de precios lleva a mucha gente a endeudarse aprovechando esa bonanza, provocando más tarde ralentización de la economía fuerte y que caiga en recesión. Cuando la recesión es intensa y prolongada en el tiempo se denomina depresión económica. La recesión se refleja en el mercado financiero por caída de los índices bursátiles.
Una recesión económica se produce cuando las familias y empresarios pierden la confianza y dejan de invertir, queriendo acumular liquidez. Cuando una persona decide hacer esto no ocurre nada, pero si todo el mundo quiere acumular efectivo, disminuye el gasto y la renta. Lo que en el conjunto de la economía se traduce a quiebra de empresas, tiendas vacías y disminución del crédito entregado por los bancos. Por su parte la OCDE indica que la recesión inicia cuando termina la fase expansiva del ciclo económico y no desde que marca registros negativos.
Crisis económica son periodos en los cuales una economía afronta dificultades por un tiempo prolongado. Es la parte de un ciclo económico en el que se produce un decrecimiento considerable en la economía. A nivel productivo y de consumo afecta por igual al conjunto de los agentes económicos durante esta fase de contracción del ciclo. Las crisis económicas cuentan con dos características: la inestabilidad que suponen en los mercados y las consecuencias que desatan en los sectores en los aparece en un inicio y en el resto del sistema después. Posteriormente, el primer efecto provocado es la disminución o el deterioro de las actividades comerciales que existan en los mismos.
Pueden ser aisladas o centradas, en un sector o en un sistema económico nacional y extenderse a un plano global como se ha visto en la crisis que afectó a la economía mundial desde 2008. Los principales indicadores económicos como los niveles de empleo o el PIB indican durante una crisis situación desfavorable o desaceleración para los actores económicos de diferentes tipos, atendiendo a los ámbitos de la economía que se vean afectados directamente.
Burbuja económica: Se produce un incremento desmedido y descontrolado del precio de un bien, separándose de su valor razonable. Su origen, la especulación. Una característica de una burbuja es la subida de precios prolongada y sin freno. La dificultad que entraña la aparición de burbujas es que además de la especulación surgen al amparo de modas y tendencias en el mercado, por ello son imprevisibles. Productos nuevos y que no cuentan con gran nivel de competencia en el mercado, son susceptibles de sufrir burbujas pues atraen inversores que buscan obtener beneficios. Los especuladores empujan al alza la cotización del activo porque esperan venderlo a un precio mucho mayor que el que pagaron por comprarlo.
Una burbuja económica no ocurre de manera repentina y fugaz. Se generan poco a poco. El bien se convierte en objeto de especulación: Experimenta gradualmente revalorización junto a un aumento de demanda. Este empuje crece hasta convertirse en euforia. Esta subida no es normal, adquiere dimensión absurda, genera grandes cantidades de dinero. Dicha situación se prolonga por un tiempo significativo con precios superiores a los considerados como normales para ese bien en particular.
Los agentes que compraron el producto para sacar un rendimiento posterior, dan salida a sus inversiones. Esto se traduce en una cadena de caída de precios rápida, la burbuja explota y produce crack en el mercado, sin compradores dispuestos a pagar la tarifa actual. Entonces, el producto termina vendido por un monto muy por debajo de su coste de adquisición.